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555 acuerdo, escribió una cifra en una hoja de papel, se la dio a Schwab y dijo:
556 “Bien, ése es el precio al que venderemos”.
557 “La cifra era de unos 400 millones de dólares y surgió de los 320 millones que
558 Schwab había previsto más 80 millones que representaban el valor añadido
559 sobre el capital durante los últimos dos años”.
560 Más tarde, en la cubierta de un barco trasatlántico, el escocés le decía
561 arrepentido a Morgan: “Ojalá te hubiera pedido 100 millones de dólares más”.
562 “Si me lo hubieras pedido, te los habría dado le respondió Morgan
563 alegremente”.
564 “Hubo un gran alboroto, por supuesto. Un corresponsal británico cablegrafió
565 que el mundo extranjero del acero estaba “aterrado” ante la gigantesca
566 corporación. El presidente Hadley, de Yale, declaró que a menos que se
567 regularan los grupos comerciales, el país podía esperar “un emperador en
568 Washington en los próximos veinticinco años”. Pero ese hábil agente de bolsa
569 que era Keene se puso manos a la obra en la tarea de impulsar tan
570 vigorosamente las nuevas acciones hacia el público que todo el exceso de
571 liquidez, estimado por algunos en cerca de 600 millones de dólares, fue
572 absorbido en un abrir y cerrar de ojos. De modo que Carnegie obtuvo sus
573 millones, el sindicato de Morgan consiguió 62 millones de dólares por todas
574 las “molestias” y todos los “muchachos”, desde Gates hasta Gary, también
575 obtuvieron sus millones”.
576 “Schwab, a sus treinta y ocho años de edad, obtuvo su recompensa. Fue
577 nombrado presidente de la nueva corporación y ostentó el cargo hasta 1930.”
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