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170 PIENSE Y HÁGASE RICO
516 depositante o cualquier persona que desee puede verlos y acercarse a ellos. Hoy
517 día, el ambiente del banco es de cortesía y comprensión.
518 Solía ser la costumbre que los clientes tuvieran que esperar de pie en la tienda de
519 la esquina hasta que los dependientes acabaran de pasar su momento del día con
520 los amigos y los dueños de tienda hubieran terminado de realizar sus depósitos
521 bancarios antes de presentarse a atender al público. Las cadenas de tiendas,
522 dirigidas por PERSONAS CORTESES que hacen todo por ofrecer un buen
523 servicio, casi hasta lustrar los zapatos de los clientes, HAN DESPLAZADO A
524 LOS ANTIGÜOS COMERCIANTES. ¡EL TIEMPO PASA! "Cortesía" y
525 "Servicio" son las actuales consignas de la comercialización, y son más
526 directamente aplicables a las personas que venden sus servicios personales que al
527 empresario a quien sirven porque, en última instancia, ambos están
528 CONTRATADOS POR EL PUBLICO AL QUE SIRVEN. Si no logran dar un
529 buen servicio, pagan con la pérdida de su privilegio de servir.
530 Todos podemos recordar la época en la que el empleado que leía el contador del
531 gas llamaba a la puerta con tanta fuerza que podía romper los paneles. Cuando se
532 le abría la puerta, entraba sin que nadie lo hubiera invitado y con una mueca en la
533 cara que claramente decía: "¿Por qué diablos me has tenido esperando tanto
534 tiempo?". Todo eso ha experimentado un cambio. El hombre del gas ahora se
535 comporta como un caballero que está "encantado de estar a su servicio". Antes de
536 que las empresas de gas se dieran cuenta de que sus empleados ceñudos estaban
537 acumulando deudas que jamás se acabarían de pagar, aparecieron los corteses
538 vendedores de combustibles de petróleo y se quedaron con el negocio.
539 Durante la depresión pasé varios meses en la región del carbón de antracita en
540 Pennsylvania, estudiando las condiciones que no habían hecho sino destruir la