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86 PIENSE Y HÁGASE RICO
374 de treinta y ocho años a la sociedad de banqueros del este de Estados Unidos. Sin
375 embargo, no esperaban que magnetizase de ese modo la convención. En realidad,
376 le advirtieron de que los corazones que habían bajo las camisas de Nueva York no
377 reaccionarían a la oratoria y que, si no quería aburrir a los Stilhnans, los Harrimans
378 y los Vanderbilts, sería mejor que se limitara a hablar quince o veinte minutos de
379 intrascendencias graciosas, y que lo dejara ahí."
380 "Incluso John Pierpont Morgan, que estaba sentado a la derecha de Schwab con
381 una dignidad imperial, quiso agradecer muy brevemente su presencia en la mesa
382 del banquete. Y por lo que respecta a la prensa y al público, todo el asunto tuvo
383 tan poca trascendencia que no se encontró ni una sola mención en los periódicos
384 al día siguiente".
385 "Así, los dos anfitriones y sus distinguidos invitados probaron los habituales siete
386 u ocho platos. Hubo muy poca conversación y la que hubo fue muy moderada.
387 Algunos de los banqueros y los agentes de la bolsa habían conocido a Schwab, cuya
388 carrera había florecido a lo largo de los bancos del río Monongahela, pero ninguno
389 de ellos lo conocía bien. Sin embargo, antes de que terminara la tarde, todos y con
390 ellos Money Master Morgan iban a perder la cabeza por él y un bebé de mil
391 millones de dólares, la United States Steel Corporation, iba a concebirse."
392 "Tal vez sea una lástima para la historia que no exista ningún registro del discurso
393 de Charlie Schwab en aquella cena. Repitió algunas partes de éste un tiempo
394 después, en una reunión similar con los banqueros de Chicago. Y tiempo después,
395 cuando el Gobierno inició un pleito para liquidar la Steel Trust, dio su propia
396 versión desde el estrado acerca de las observaciones que motivaron a Morgan a
397 involucrarse en el frenesí de la actividad financiera".