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JEREMÍAS 4:15–31 1214
albergarás en medio de ti los pen- 24 Miré a los montes, y he aquí
samientos de iniquidad? que temblaban, y todos los colla-
15 Porque una voz trae las nue- dos se estremecían.
vas desde Dan y hace oír la ca- 25 Miré, y he aquí, no había
lamidad desde los montes de hombre, y todas las aves del cielo
Efraín. se habían ido.
16 Decid a las naciones; he aquí, 26 Miré, y he aquí, el campo
haced oír sobre Jerusalén: Sitia- fértil era un desierto, y todas sus
dores vienen de tierra lejana y ciudades fueron asoladas delante
darán su voz contra las ciudades de Jehová, delante del furor de
de Judá. su ira.
17 Como guardias de campo 27 Porque así dijo Jehová: Toda
están alrededor de ella, porque se la tierra será asolada, pero no la
rebeló contra mí, dice Jehová. destruiré del todo.
18 Tu camino y tus obras te hi- 28 Por esto la tierra estará
cieron esto; ésta es tu maldad, de duelo, y los cielos arriba
porque es amargura; penetra se oscurecerán, porque he ha-
hasta tu corazón. blado, lo he pensado, y no
19 ¡Mis entrañas, mis entrañas! a me arrepentiré ni me volveré
a
Me duelen las fibras de mi cora- de ello.
zón; mi corazón gime dentro de 29 Al estruendo de la gente de
mí; no callaré, porque sonido de a caballo y de los flecheros huye
trompeta has oído, oh alma mía, toda la ciudad; entran en las es-
el pregón de guerra. pesuras de los bosques y suben
20 Quebrantamiento sobre que- a los peñascos; toda ciudad es
brantamiento se anuncia, por- abandonada y no queda en ellas
que toda la tierra es devastada; hombre alguno.
de repente son devastadas mis 30 Y tú, devastada, ¿qué harás?
tiendas, en un momento mis Aunque te vistas de grana, aun-
cortinas. que te adornes con atavíos de
21 ¿Hasta cuándo he de ver oro, aunque pintes con antimonio
bandera y he de oír sonido de tus ojos, en vano te engalanas; te
trompeta? menosprecian tus amantes; bus-
22 Porque mi pueblo es necio; can tu vida.
a
no me conocieron; son hijos in- 31 Porque oí una voz como
sensatos y sin entendimiento; son de mujer que está de parto, an-
sabios para hacer el mal, pero no gustia como de primeriza; es
b
saben hacer el bien. la voz de la hija de Sión que
23 Miré a la tierra, y he aquí jadea y extiende sus manos,
que estaba desordenada y va- diciendo: ¡Ay ahora de mí!, pues
cía; y a los cielos, y no había en mi alma desfallece a causa de los
ellos luz. asesinos.
19 a HEB muros. b Hel. 12:3–7.
22 a Mos. 5:13. 28 a HEB cederé.