Page 26 - tmp
P. 26
Independencia financiera. ¿Es la empresa financieramente independiente?
Garantía. ¿Tiene las suficientes garantías ante terceros?
Capitalización. ¿Está la empresa suficientemente capitalizada?
Gestión de los activos. ¿Es correcta la gestión de sus activos?
Una vez que se han calculado los porcentajes, ya se pueden obtener las
primeras conclusiones a partir de los siguientes principios orientativos de tipo
general:
1. El activo corriente o circulante ha de ser mayor, y si es posible casi el doble, que el
pasivo corriente o exigible a corto plazo. Esto es preciso para que la empresa no
tenga problema de liquidez y pueda atender sus pagos.
2. El realizable más el disponible han de igualar aproximadamente el exigible a corto
plazo. Con este principio se matiza el anterior, ya que una empresa puede tener un
activo corriente (existencias + realizable + disponible) muy elevado pero siendo
las existencias la partida predominante y, por tanto, no tener efectivo ni realizable
para poder atender los pagos.
3. Los fondos propios debieran ascender aproximadamente a un 40% del total del
pasivo. Este porcentaje de fondos propios es preciso para que una empresa esté
suficientemente capitalizada y su endeudamiento no sea excesivo[1].
4. El activo no corriente ha de estar financiado por recursos permanentes (fondos
propios + exigible a largo plazo).
Diferenciaremos las empresas en industriales y comerciales, y expondremos a nivel
general cuál es el balance ideal que ha de procurar tener cada una de ellas:
Empresas industriales: Este tipo de empresas se caracteriza por la elevada inversión
en activo no corriente y la posibilidad de acceder a la financiación a largo plazo.
Empresa comercial: En ellas el activo no corriente acostumbra a ser poco importante
por no tener la necesidad de precisar de equipo productivo ni de realizar grandes
inversiones en inmovilizado. Por ello, este tipo de empresas no suelen disponer de
financiación a largo plazo.
6