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III Isaías
Misión de III Isaías
A mí me ha tocó mantener viva la esperanza del
pueblo, esa fue mi misión.
Si comparas los diversos oráculos podrías observar
claramente la tensión por la preocupación de la
realidad presente y la esperanza futura.
Anuncié por mandato de Dios la salvación y la
restauración del pueblo.
Pasaron los años y lo único que se había Con esas palabras quise decirles que la
cumplido era la vuelta de Babilonia y culpa de sus sufrimientos no es de Dios
además no fue así literal como yo la
sino de Dios sino de sus malas
había anunciado y por consiguiente fue acciones, sus infidelidades, la idolatría
una sorpresa para mí y además no
reinante incluso en los sacerdotes
encontraba una explicación a este desvirtuando así el valor del culto y la
acontecimiento y en un momento de
centralidad de Dios en sus vidas. Cómo
debilidad pensé si era posible la
impotencia de Dios. Si! van a tener bendición
abundante si han excluido a Dios de su
Acepto que me pasé… pero no es fácil pueblo sacándolo incluso de su historia
estar viviendo en medio del sufrimiento
y viéndolo no más utilitariamente.
del pueblo y el tiempo pasa y Dios
pareciera ignorar esa situación. Estas Dios quiere escuchar a su pueblo, Él
eran también las reacciones del pueblo. ama a su pueblo, salvarlo de la
Ante esa realidad de fe en desequilibrio situación dolorosa en la que se
hable al pueblo con estas palabras: encuentra. Pero el hombre debe
colaborar, ¿de qué manera? Pues
“Mira, la mano del Señor no es tan
cambiando de actitud ante Él y
corta que no pueda salvar, ni es tan
también de conducta. Solo desde su
duro de oído que no pueda oír. Son conversión supondrá su liberación. Les
vuestras culpas las que crean
dije que deben restaurar su templo
separación entre ustedes y su Dios. Son espiritual y limpiarlo de toda iniquidad
sus pecados los que tapan su rostro e idolatría para que Dios irrumpiera
para que no les oiga” Is. 59,1-2 con todo su poder y majestad en el
pueblo que es su elegido. Y se hará
posible una nueva creación basada
en la paz, la fe y la justicia.