Page 15 - Revista Georgina y Luciano
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El 24 de marzo de 2016 se cumplían 40 años del

                                                             comienzo del último golpe militar en Argentina, y
                                                            como cada año, se realizaría una concentración en
                                                                   la Plaza de Mayo frente a la casa de gobierno.
                                                                                                    No podían faltar.
                                                                Fecha en la que además, Georgina y Luciano se

                                                            habían mirado a los ojos por primera vez, pero eso
                                                                  apenas lo recordaron mucho tiempo después.
                                                           Con la intensidad

                                                              que se siente en
                                                            la Plaza de Mayo,
                                                           más tratándose de
                                                            un fecha tan sim-
                                                          bólica en la cual se

                                                          resignifica el dolor
                                                               de un pueblo a
                                                            través de su lucha

                                                             y su memoria, la
                                                            emoción arrastra
                                                             los cuerpos y las
                                                           almas presentes. Y
                                                           allí, bajo la bande-

                                                           ra flamenado, Lu-
        ciano miróa los ojos a Georgina y le dijo que sen-
         tía que por fin había encontrado a su compañera,

         no solo de aventuras, no solo de carretes, no solo
        de diversión, sino a esa a quien había podido con-
           tar cosas que jamás a nadie y que lo apoyaba en
         los momentos más difíciles aun poniéndose dura
           y cuando todo no fuera de su agrado. Entonces,

        sabiendo que ambos estuvieron siempre en oposi-
        ción a la institución matrimonial, él le pregunto si
         quería casarse… “¿Por qué nos casaríamos?”Pre-

                           guntó Georgina… “¿Por qué no?”
                                            Respondió Luciano.
             Georgina creyó que él estaba jugando y como
              siempre, siguió el juego; no fuera cosa que se
                 perdiera la diversión. Y de tanto soñarlo e

                imaginarlo se fue convirtiendo en realidad.
        Era su decisión, la de ambos, juntos elegirían cada
                                             detalle… y así fue.






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