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Breve historia del adoquinado de calles
INVESTIGACIÓN HISTÓRICA DE CORONEL PRINGLES
PARTE I
LAS CANTERAS DEL SUR
“La palabra “adoquín” es de origen árabe y
define una piedra prismática de cara
cuadrada o rectangular. Si bien los árabes
ingresaron en Europa en el siglo VIII, los
caminos de piedra Europeos datan de la era
cristiana y fueron promovidos por los romanos
cuando éstos dominaban ambas costas del
Mediterráneo. En América, los constructores
de caminos que destacaron fueron los Incas,
ellos, como los romanos, construyeron estas
redes de caminos de piedra para poder mover
su producción y conectar cada extremo de su
imperio.
La demanda de roca granítica en Argentina se
da a partir del adoquinado de ciertas calles de
Buenos Aires, en su mayoría cercanas o
pertenecientes al puerto en un principio, luego
se hace de manera programada. Las piedras
comenzaron siendo importadas. Aquellas
primeras llegaban como lastre en los barcos y arribaban desde Europa a la
Ensenada de Barragán; los primeros cargamentos de adoquines que se conocen
datan de 1860 y se supone que fueron picados por ´presos de las Islas Británicas.
Y las primeras canteras que hubo en el país se encontraban en Tandil, Sierra Chica
y Sierras Bayas, estos fueron los distritos graníticos para cordones, bloques y
adoquines.
Tandil fue fundado por el Gobernador Martín Rodríguez en 1823, como Fortín de
Avanzada. Para 1880, luego de la última “Campaña al Desierto”, la ciudad crecía a
pasos agigantados dando la bienvenida al telégrafo, al Banco, al Ferrocarril y las
escuelas.
En este contexto de crecimiento es que se funda la ciudad de La Plata, se federaliza
Buenos Aires, se construyen puertos y se eligen por medio del voto, gracias a la Ley
Orgánica de las Municipalidades, los primeros intendentes; comienzan a
empedrarse ya como parte de las obras de diferentes gestiones administrativas las
calles más importantes de Buenos Aires con adoquines. Por entonces éstos se
traían de Brasil, Uruguay y hasta del Viejo Mundo.
La llegada a Tandil del Ferrocarril del Sud, en 1883, da lugar a la aparición de las