Page 48 - Águila Blanca_Neat
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Señales Antes Del Fin
69. Nuestro deseo es el de verlo a Él glorificado.
¿Glorificado de qué manera? No con un orgullo propio; sino
más bien Él en nosotros, en nuestras vidas, para probar que
está vivo, y viviendo en nosotros.
70. Si yo puedo quitarme a mi mismo del camino, para
que no se note ni se piense en William Branham, y que ni
siquiera se piense en usted, entonces podremos ver a Jesús
glorificado entre nosotros. Eso así nos da el poder
vivificador. Y nos da gozo al saber que estamos con Él, en
Su carne y de Sus huesos, siendo Su Novia, y viendo Sus
mismos métodos vindicados, probando en nosotros que Él
está ahora resucitado de entre los muertos. ¿Ven? [YA
SALIDO EL SOL, páginas 44, 45; párrafos 315, 316, 317, 318, 320.
Predicado un día domingo por la mañana, 18 de abril de 1965, en el
Tabernáculo Branham, en Jeffersonville, Indiana, E.U.A.]
71. Entonces la Vida de Cristo es transfundida en
nosotros y llegamos a ser seres vivientes de Dios, una
morada en donde el Espíritu Santo puede enviar Sus
bendiciones radiantes y nos encontramos en la estatura de
Cristo. Entonces, ¿qué hace eso? Hace que usted siendo
parte de los genes de Dios, parte de la Palabra, junto con
otros hombres, siendo también parte de la Palabra de Dios, se
sienten juntos y manifiesten el Cuerpo entero de Cristo, sin
levadura en su medio. [EL ÚNICO LUGAR DE DIOS PARA
LA ADORAR, páginas 44, 45. Predicado el 28 de Noviembre de 1965,
en el Tabernáculo Branham, en Jeffersonville, Indiana, E.U.A.]
72. Entonces en la lluvia tardía vendrá un reto como lo
hubo en el Monte Carmelo: la Biblia cumplida al pie de la
letra. Juan el Bautista, Su precursor en Malaquías capítulo 3,
plantó una lluvia temprana y fue rechazado por las iglesias,
las denominaciones, los fariseos y los saduceos en su día.
Jesús vino y tuvo su reto en el Monte de la Transfiguración.
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