Page 134 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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                           1803. gracia,  y  á  quien  solo una  cautela  sagaz  lo en  el  retiro  de  Ettheneim.  Bonaparte  1804.
                                 libró  de  verse  complicado  en  la  causa  para  sacrificar  esta  ilustre  víctima  á  la
                                 criminal.                               ambición  atroz  que  le  devoraba,  man-
                            1804.   El  13  de  marzo  de  1804  fueron  pre-  dó  violar  el  territorio  extranjero  por  un
                                 sentados  los  reos  al  tribunal.  El  presti-  destacamento  de  tropas  que  en  la  noche
                                 gio  de  Moreau  era  demasiado  popular  del  20  de  marzo  fue'  á  prender  al  Du-
                                 paraque  los jueces  se  atreviesen  á  con-  que en  su  misma  habitación;  y  conduci-
                                 denarle  á  muerte;  y  así  se  contentaron  do  á  Strasbourg  y  luego  á  Yincennes,
                                 con  imponerle  la  pena  de  dos  años  de  donde  llegó  en  el  mismo  dia,  fue fusi-
                                  prisión  que  Bonaparte  la  conmutó  en  lado  en  la  noche  de  su  llegada,  con  cir-
                                 destierro.  Jorge  Cadoudal  con  otros  19  cunstancias  las  mas  atroces  que  acom-
                                 fueron sentenciados  á  pena  capital.   pañaron  el  acto  de  la  ejecución;  siendo
                                    Durante  el  curso  de  este  famoso  pro-  la  mas  enorme  la  de  habérsele  negado
                                 ceso  añadió  Napoleon  un  nuevo  y  hor-  un  ministro  de  la  Religión  paraque  le
                                 roroso  crimen  á  los  muchos  que  man-  asistiese  en  su  última  hora.
                                 charon  toda  su  vida.  No  habia  podido  Ya  no  le faltaba  mas  que  un  paso  pa-
                                 saciarse  con  la  sangre  de  la  Familia  ra  llegar  al  colmo  de  sus  deseos  ambi-
                                 real,  que  al  cabo  habia  buscado  un  asi-  ciosos:  era  la  corona;  y  esta  la  logró,
                                 lo  en  Inglaterra;  y  resolvió  vengarse  en  como  todo  lo  demás,  aparentando  que
                                 el  infeliz  duque  de  Enghien,  que  fiado  hacia  un  sacrificio por  el  bien  de  la  pa-
                                 en  la  seguridad  que  le  daba  su  perma-  tria.  Eliminando  del  tribunado,  que
                                  nencia  en  país  extranjero,  vivia  tranqui-  era  el  verdadero  representante  del  pue-
                                                                                    8.
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