Page 74 - Punto de Fuga_2_Neat
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Walter le hizo caso al único referente que hasta el
momento sentía un aliado afectuoso en la familia. Miró todo
culo que podía de minas, podría haber escrito una tesis sobre
los culos grandes, chicos, achatados, voluptuosos, escuetos. Y
muchas tetas. Tetas caídas, tetas de madres amamantando,
tetas de modelos en la tele, tetas de silicona y tetas a secas.
Meses de tetas y culos de minas no le afinaron el gusto
por las mujeres. Walter era puto. Es puto y punto.
Cuando la familia lo entendió, lo excluyó.
Su madre no le preparó más la comida. Su padre se
desconectó de la realidad, no reconocía a nadie. Hablaba poco
y dormía mucho.
Su hermano le refregaba a Walter lo exitoso que era
por ser macho. Una mujer embarazada otra vez, dueño de otro
taxi y la casa propia, ah y dos años menos.
Ser puto era un infierno.
Ya terminaba la remera y preparaba el glitter.
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