Page 19 - Guia-de-Fotografia-de-Retrato
P. 19
Dominando la Fotografía de Retrato
hay que probar. El formato vertical es más cerrado, el sujeto queda más aislado
del fondo, por lo que en muchas ocasiones en las que no quieres que tu
protagonista comparta protagonismo con el fondo, es ideal. Si dudas en una
imagen, puedes probar ambos formatos, ya verás como el vertical te sorprende
positivamente.
El formato horizontal: Por definición, a menos que realices un primerísimo
primer plano, (donde el rostro ocupa todo el encuadre en la imagen) el formato
horizontal recoge más elementos del entorno que el formato vertical, por ello el
horizontal es más propenso a ser utilizado para contar historias, tanto del sujeto
como del fondo. Permite relacionar a tu personaje con su entorno, situarlo en un
contexto, en un momento del día concreto, etc.
Apertura
La apertura del diafragma no es sólo la cantidad de luz que has decidido dejar
pasar a través de tu objetivo. La apertura es también profundidad de campo; es
decir, con ella escoges qué cantidad de enfoque vas a tener en la imagen. Si
quieres imágenes con una amplia profundidad de campo (la totalidad de la
imagen enfocada), tendrás que utilizar diafragmas muy cerrados (f/16 o f/32, por
ejemplo). Si por el contrario quieres poca zona enfocada en la imagen, deberás
abrir al máximo posible tu diafragma dependiendo de la luminosidad de tu
objetivo (f/1.4, f/1.8, f/2.5 y así…).
En retratos esto se traduce básicamente en el grado de aislamiento que quieres
darle a tu protagonista. ¿Quieres aislarlo completamente del fondo? Abre el
diafragma, lo aislarás y además conseguirás un efecto pictórico muy interesante
con el desenfoque.
Cuidado: Si reduces la distancia focal al máximo, no olvides enfocar a los ojos del
protagonista. De todo el rostro, es la zona más importante por su expresividad; es el
punto al que se dirige directamente el espectador.
Si por el contrario quieres darle al sujeto el mismo protagonismo que al fondo, Página 19 | Blog del Fotógrafo
deberás cerrar el diafragma lo máximo posible. Eso sí, si cierras el diafragma,
asegúrate de que los otros elementos de composición (líneas, regla de los
tercios…) ayudan a definir quién es el motivo de tu imagen; cuál es el centro de
interés y el por qué de esa imagen.