Page 123 - Julito Cabello
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-Queríamos verla  trabajar en su  obra
              maestra -dijo  el fl acuch ento.
                  -Pero  ya  les dije que no  está.
                  - No  importa  - dijo  la  mujer,  avan-
              zando  junto  al  flaco-.  Somos  de  con-
              fianza,  porque  somos  sus  admirado-
              res.  Dinos  dónde  está  su  estudio.
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                  No había forma de pararlos, as í es que
              tuve  que  indicarles  el  ca mino,  para  qu e
              no  se cayeran al hoyo y para que Po rky no
              intentara morderlos.
                  C uando  entraron  a  la  pieza  se
              quedaron  boquiabiertos.  Me  imaginé
              que  el  Beltrán  se  iba  a  ganar  un  castigo
              G IGANTE,  como  no  ver  cable  por  un
              año. Pero  no. ¿Será la primavera? Los dos
              pusieron  la  misma  cara  del  chancho,  la
              misma  de  la  C lementina,  la  misma  del
              Aarón .  Estaban  enamorados  del  cuadro
              café.
                  -Ahhhhhhhh.
                  -Karla se  supera  a  sí  misma.  Esto  es
              una vuelta  a  lo  primitivo.
                  -Y utilizó  materiales  orgánicos.
                  (Sí,  súper orgánicos).
                  Estaban adm irando el cuadro  cuando
              llegó  su  "autora",  que  puso  una  cara
              indescifrable.  La  crespa  y  el  fl aco  se
              dieron vuelta y la  abrazaron,  llorando  de
              emoción.
                  -Karla,  sigues siendo la  mejor.
                  -La  mejor  -dijo  el  flaco,  co mo  un
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