Page 51 - Julito Cabello
P. 51
jumper a las dos, pero viejas como están.
Raro.
Por otro lado, mi papá andaba un
poquito ausente. N i se le escuchaba
toser. Lo usual es que siempre andamos
hablando leseras. Por ejemplo, intenta
so enseñarme las cosas que a él le gustaban
cuando e ra niño (y arrienda unas películas
FOMES de terror que dan más risa que
miedo . La última fue "El cerebro que no
podía morir"). O lo otro que hacemos,
cuando es fin de semana, es que me lleva
al mercado Persa, a buscar revistas viejas.
Pero no. Esta vez andaba como ido. En
la tarde avisó que se iba a comentar un
restaurante coreano. Mi mamá amenazó
con echarlo de la casa si comía cosas
hediondas, pero mi papá le dijo que eran
"gajes del oficio".
De a poco se ntía cómo mi cabeza se
iba desinflando, co mo después de las
pruebas, cuando uno elimina la materia
del disco duro. Ya tenía claro que me
tocaba ir al colegio al día siguiente.
Estaba o rde nando mis útiles, el Beltrán
se estaba baüando (y se cre ía ballena,
escupiend o agua afuera de la tina) cuando
se me ocurrió ir a la cocina a buscar un
jugo. Les juro que no me gusta andar
espiando, pero lo que escuché tenía que
ver con un cambio en nuestras vidas.
N i alcancé a entrar a la cocina.