Page 68 - Julito Cabello

trabajando con la "gúa" . Era cosa de
ver el vidrio de la cocina, lleno d e baba
y colado de pollo, para darse cue nta de
que el Beltrán hab ía pasado todo el d ía
pegado a la ventana viendo a sus nuevos
héroes.
El ruido era mucho y parece q ue yo n o 67
era el único qu e opinab a as í. Aso mad a
por arriba del muro d el patio vi la cara
de la se ño ra Petunia, una d e nu estras
vecinas, alegand o que no la d ejaban
do rmir siesta.
"Los voy a denunciar a la
Municipalidad", estaba d iciend o , co n
una cara d e mala on da espectacular.
-Señ.o ra, tenemos los permisos en re-
gla -le dijo J ustiniano Carrasco.
- Veremos si lo están -les escup ió
doña Petunia, hasta co n gotas de saliva
de puro rabiosa qu e estaba, y desapareció
como los títeres de cumpleaños de cabro
chico: de repente. Yo creo que se le cayó
la silla de pura rab ia y se fu e de poto al
suelo.
Escolástico y J ustin ian o se miraro n, se
riero n y siguiero n con la poca silen ciosa
fabricación d e su tremendo hoyo. No
sé cuántos vinos piensa po ner mi papá
ahí, pero va n a tener que ser muchos.
Estaba calculando eso (co mo un millón
de botellas, creo), cuando entró mi papá