Page 78 - Julito Cabello

estoy acostumbrado a la toalla n ova,
nueva mente no e ntend í. Ento n ces vi
unas cosas negras redo ndas y ch icas en un
plato. Las o lí y parecían pescado. En una
cosa d e metal con hielo había una botella
gigante de champaña. En un a bandeja
"reposaban", como dicen los críticos (o
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sea, mi papá), unas almejas raras, como
viejas y medio negras. Y la C lementina
tenía puesto un delantal nuevo.
Con el Aaró n nos miramos con cara
de plop. Entonces entraron mi mamá
y Karla. Despu és Llegó mi papá. Se
sentaro n, él abrió el champaña, sirvió (a
nosotros nos dieron bebida, ¡bebida! ),
to mó un tenedor y le pegó despacito a
la copa.
- Fami lia, atención.
(No tenía que d ecirlo . Estábamos muy
atentos).
-Esta cena especial es para celebrar.
Mi tia Leo , que falleció esta semana, nos
d ejó una herencia. Todavía no sabemos
cuánto es, pero parece que no es pocof.
(El discurso iba perfecto, pero ahí co-
menzó a toser).
-Cof. Por eso, cof, esta noche
celebraremos en su h o no r, cof. Gracias
a Karla, cof, se nos ha ocurrido tener
ostras y caviar. Y un buen champaña, cof.
Ah, "eso" eran ostras (almejas negras)
y caviar (huevos raros).