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En el 1596 d. C, Bramante fue el encargado de destruir la basílica existente y sentar las bases de la catedral más La Basílica de San Pedro consiguió su
grande de la cristiandad. aspecto actual gracias a la intervención
de Carlo Maderno, que retornó a la
Los artistas más importantes de la época trabajaron en la Basílica, como Rafael Sanzio, que en 1514 cambió la planta
bramantesca por una en cruz latina. Antonio da Sangallo el Joven y Miguel Ángel, bajo el pontificado de Pablo II, planta en cruz latina y definió la fachada
decidieron recupera la planta griega inicial, y diseñaron su cúpula. y la escalinata, las columnas de los
muros, las ventanas con el balcón de las
bendiciones en el centro y las trece
estatuas de Jesús, Juan Bautista y los
apóstoles.
Los trabajos en la basílica concluyeron
bajo el pontificado de Urbano VIII en
1626, pero no fue hasta el 1655 y 1667,
que Alejandro VII mandó a Bernini crear
el gran pórtico de columnas de la Plaza de
San Pietro y puso en su centro el obelisco del siglo I a.C. procedente de Elioppoli.
La Basílica de San Pedro acoge hoy en día 20.000 fieles, mide 130 metros de altura y ancha unos 190, con techos que
alcanzan los 44 metros y la cúpula, alrededor de 120 metros en el interior y 136 en su exterior. La Basílica alberga
además, célebre obras de arte del mundo, como el Baldaquino del
Bernini y la estatua de la Piedad de Miguel Ángel.
La construcción del edificio actual se inició el 18 de abril de 1506.
El proyecto fue encargado al arquitecto Donato d'Angelo
Bramante, llegado poco antes desde Milán, y que se había ganado
la confianza del papa por encima del anterior arquitecto, Giuliano
da Sangallo. Incluso se encargó del diseño del Patio del
Belvedere. El proyecto consistía en un edificio con planta de cruz
griega inscrita en un cuadrado y cubierta por cinco cúpulas, la
central de mayor tamaño y apoyada en cuatro grandes pilares,
inspirándose en la basílica de San Marcos, y un claro ejemplo de
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planta centralizada típica del Renacimiento. La cúpula central,
inspirada en la del Panteón de Agripa, se situaba sobre el crucero,
y las restantes en los ángulos. Esta idea quedó plasmada en una
medalla acuñada por Caradosso para conmemorar la colocación de
la primera piedra del templo el 18 de abril de 1506. En la
construcción de la iglesia también resultó importante la aplicación
de los estudios teóricos de Francesco di Giorgio, Filarete y, sobre
todo, de Leonardo da Vinci, para iglesias de planta centralizada,
cuyos resultados están claramente inspirados en la
planta octogonal de la catedral de Florencia