Page 9 - Summate número tres

El silencio
Allí estaba él, Martín. Elegido por su
profesora para estar sentado en la
primera fila dentro de su aula, debido a
su comportamiento. Él era el típico
alumno que se portaba mal, que se creía
capaz de enfrentar a sus docentes, pero
no a sus padres.
¿La profesora creía que por sentarlo en la
primera fila iba a cambiar su forma de
ser? ¿O acaso era una forma de
imponerle respeto al chico por parte de
ella?
A él, realmente no le interesaba ni un
poco dónde se sentaba, no lo cambiaba
en absoluto.
Sentía algún tipo de liberación luego de
cada grito o patada al banco que
realizaba a lo largo de toda su jornada en
el colegio. Pero había algo que llamaba la
atención, su comportamiento cambiaba
en cada clase de su querido profesor de
Matemáticas. ¿Sería porque sintió cierta
conexión que ningún otro profesor había
conseguido con Martín ni con ningún
otro alumno? Si, claramente. Este
profesor se había presentado a su clase
contando por qué estaba allí parado. Se
encontraba frente a muchos niños
sentados y mirándolo con cierta
admiración, por el solo hecho de tener el
poder que el sistema educativo le
proporciona al adulto.
Por Azul Godoy
Este profesor, le contaba a sus alumnos,
que había elegido la carrera de la
educación.
Cuando el era un niño se encontró
insatisfecho por la poca atención que le
brindaban sus maestros. Además, quería
romper esa barrera que parecía separar
al alumno del profesor o impedir una
buena interacción entre ellos, saliendo
de los contenidos que se ven en una
escuela.
Por esto, y algunas justificaciones más, él
se encontraba allí. Quería acercarse a
esos niños que lo miraban concentrados,
quería saber de ellos y que también lo
conozcan a él, porque muy rara vez
terminarás conociendo bastante de un
profesor.
Martín, este día, raramente se lo ve muy
triste, y más enojado que en cualquier
otro. Aunque internamente lo único que
le alegraba era saber que tenía clases con
Ciro, este profesor tan querido.
Al llegar a esta hora de clase, Ciro entra y
propone una actividad en grupo que
incentiva a la reflexión. Pero Martín
tenía cierta necesidad de acercarse a su
profesor y contarle lo mucho que estaba
guardando dentro de ese cuerpito tan
chico.
Antes de poder decir una palabra,
truenos en su mente desatan tal