Page 1168 - El Señor de los Anillos
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mayor parte del pueblo de Cardolan, especialmente en Minhiriath. Los Hobbits y
      todas las otras gentes sufrieron mucho, pero la peste fue decreciendo mientras
      avanzaba  hacia  el  norte,  y  no  afectó  demasiado  las  partes  septentrionales  de
      Arthedain. El fin de los Dúnedain de Cardolan ocurrió en este tiempo, y los malos
      espíritus  salidos  de  Angmar  y  Rhudaur  entraron  en  los  túmulos  desiertos  y  se
      instalaron allí.
        "Se  dice  que  los  túmulos  de  Tyrn  Gorthad,  como  las  Quebradas  de  los
      Túmulos se llamaron otrora, son muy antiguos, y muchos fueron levantados en
      los  días  de  la  Primera  Edad  por  los  antepasados  de  los  Edain,  antes  de  que
      cruzaran  las  Montañas  Azules  y  penetraran  en  Beleriand,  de  la  que  Lindon  es
      todo  lo  que  queda  ahora.  Por  tanto,  esas  colinas  fueron  reverenciadas  por  los
      Dúnedain después de su regreso; y allí tuvieron sepultura muchos de sus señores
      y sus reyes. [Dicen algunos que el túmulo en que el Portador del Anillo quedó
      encerrado había sido la tumba del último príncipe de Cardolan, que cayó en la
      guerra de 1409.]"
      "En 1974 el poder de Angmar se hizo fuerte otra vez, y el Rey Brujo descendió
      sobre Arthedain antes que terminara el invierno. Ocupó Fornost y rechazó a la
      gran mayoría del resto de los Dúnedain más allá del Lune; entre ellos estaban los
      hijos del rey. Pero el Rey Arvedui resistió hasta el final en las Quebradas del
      Norte,  y  luego  huyó  hacia  el  norte  con  algunos  miembros  de  la  guardia;  y
      consiguieron huir gracias a sus caballos.
        "Por un tiempo Arvedui se ocultó en los túneles de las viejas minas de los
      Enanos,  cerca  del  lejano  extremo  de  las  Montañas,  pero  al  fin  el  hambre  lo
      obligó a buscar la ayuda de los Lossoth, los Hombres de las Nieves de Forochel.
      [13]  Encontró a algunos reunidos en un campamento cerca de las orillas del mar;
      pero no ayudaron al rey de buen grado, pues éste no tenía nada que ofrecerles,
      excepto unas pocas joyas que para ellos carecían de valor; y tenían miedo del
      Rey Brujo, quien (decían) podía traer la escarcha o el deshielo a su antojo. Pero,
      compadeciéndose  en  parte  por  el  macilento  rey  y  sus  hombres,  y  también
      porque éstos iban armados, les dieron algo de alimento y les construyeron chozas
      de nieve. Allí tuvo que esperar Arvedui a que le llegara ayuda desde el sur; pues
      sus caballos habían muerto.
        "Cuando Círdan supo por Aranarth, hijo de Arvedui, que el rey había huido
      hacia el norte, envió sin demora una barca a Forochel en su busca. La barca llegó
      allí por fin al cabo de muchos días, pues habían soplado vientos desfavorables, y
      los  marineros  vieron  desde  lejos  el  pequeño  fuego  que  los  hombres  perdidos
      habían logrado encender con maderas encontradas en la playa. Pero el invierno
      tardó  en  soltar  su  presa  aquel  año;  y  aunque  era  ya  marzo,  el  hielo  sólo
      empezaba a quebrarse, y se extendía lejos de la costa.
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