Page 18 - Edicion 811 El Directorio
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Quedarse solo
Reportaje
 Cuando suena el teléfono fijo y lo oye y lo coge, siempre
buzón. Lo último que Antonio me cuenta de aquella mujer -
hueco en el sofá. El mando para ella sola. La soledad,
viuda y rara vez la visito. Paso por la puerta de mi tía, que vive sola, y nunca subo a verla por falta de tiempo. Si hoy se muriesen en su casa dos o tres conocidos cuaren- tones en los que estoy pen- sando, es muy probable que nadie supiera de ellos en días. A lo peor algún año sabré de qué iba todo eso. Y correré al telefonillo. Y daré que hablar porque me en- vuelva regalos a mí mismo.
El neurólogo Facundo Manes, contaba el viernes en estas páginas que somos «seres sociales». Que la ciencia ha demostrado que la soledad perpetua mata «más que la contaminación, la obe- sidad o el alcohol». Eso lo sabemos.
Por qué será entonces -con- cluye Manes- que, cuando vas al médico, nunca te pre- guntan cuántos amigos tie- nes.
   Catalogo multiservicio
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es una voz muy lejana que quiere venderle algo. Si tocan el telefonillo automá- tico, muy rara vez son los hijos. La única persona que llama a la puerta es la vecina en bata que está igual de sola. Por mucho que aguante en la cama, al mediodía lo tiene todo hecho. Y todo - cuando va cayendo la luz del invierno- se llena de nada.Y a pesar de lo dicho, ella no quiere arriar la última ban- dera: hace por los menos cinco años que se le murió el marido y 20 que se le inde- pendizaron los hijos, pero mantiene los cuatro nombres escritos en el papelito del
debajo de cuya casa tiene una tienda-, ocurrió la pa- sada semana.Entró al local. Curioseó un rato. Se compró un libro y un marco marrón. Los llevó al mostrador. Pare- cía muy contenta.-Luisa, ¿se lo envuelvo para regalar?-Sí. Por separado. Son para mí. Pero envuélvemelos. Ya ves, ahora me hago la ilusión de que me regalan cosas. (...)Hubo un tiempo lejano en que le sobraban todos y le faltaba su espacio. No tenía tiempo para ella, ni espejo, ni pausa, y así fueron pasando los años.Hasta que poco a poco se le fue devolviendo todo de golpe. Las horas. El
claro. Y el miedo tam- bién.En España hay más de tres millones de personas que viven solas porque no les queda otra. Uno de cada cuatro mayo- res no recibe nunca visitas de familiares cercanos.Tienes no sé cuántas ocupacio- nes. Un montón de contactos en las redes. Muchas panta- llas que mirar. Pero cuánto hace que no vas a ver a Luisa.(...)Voy muy poco a ver a mis pa- dres. Mi suegra está
El Directorio Comercial Latino de Montreal
  Edición 811 Del 21 al 27 de febrero del 2019
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