Page 72 - Libro El Perú en la Antártida
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EL PERÚ EN LA ANTÁRTIDA
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de 1930. Sobresalen la canadiense de Herbert Hollick-Kenyon en 1935, la británica de Maw- son entre 1929 y 1931, y la noruega de Lars Christensen entre 1927 y 1937. El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 volvería a establecer una obligada pausa en el avance del conocimiento científico de la Antártida.
LA TECNOLOGÍA
Las exploraciones del suelo antártico, como en toda exploración de terreno desconocido en gene- ral conllevaba un esfuerzo paralelo para registrar y delinear los nuevos suelos a fin de conocer su deli- mitación y conformación geográfica: los trabajos cartográficos han sido un elemento fundamental y presente en las expediciones desde tiempos inme- morables. Hasta el siglo XIX, aquellos esfuerzos se basaban en trabajos en el mismo suelo, recorrién- dolo ya sea de manera personal o con ayuda de trineos impulsados por tracción humana o animal (mediante uso de los perros).
En el siglo XX se da un salto importante: el uso del aeroplano trajo otra dimensión a los trabajos de cartografía; ello complementado por la fotografía hizo que pudieran registrarse terrenos muy difíci- les de explorar por el hombre. Si bien la explora- ción terrestre probó ser insuperable, se contaba ahora con un aliado crucial para establecer los primeros registros de territorios nuevos a fin de establecer la mejor manera de recorrerlo direc- tamente.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, la pro- ducción de mapas cartográficos de la Antártida aumentó considerablemente, con detalles técni- cos y precisos, con lo que puede sostenerse que se da inicio a lo que se conoce como la cartogra- fía moderna en lo que a territorio antártico se refiere.
Vista del relieve antártico desde el aire.