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reservas de guano comenzaron a disminuir, a principios de los años 1870,
los inversionistas se reorientaron en parte hacia el salitre, que tenía una
variedad de usos industriales. Los yacimientos de salitre, también muy
rentables, se encontraban en Tarapacá, la región más austral del Perú y
por tanto fronteriza con Chile – país cuyo interés para estos recursos fue
creciendo de sobremanera. Esta codicia resultó en la Guerra del Pacífico,
también conocida como Guerra del Salitre, entre 1879 y 1883, cuyas
consecuencias fueron muy nefastas para el Perú y su minería.

El estallido del conflicto en 1879, hizo que la ley de 1877, que había intentado
incentivar la producción minera, no pueda tener efectos concretos. Al
terminarse la guerra, el gobierno se empeñó en reactivar la producción
minera puesto que veía en ella una solución al déficit fiscal y a la elevada
deuda externa. Esta orientación se concretó en particular en 1890, por una
ley que congelaba el régimen tributario minero por 25 años. La voluntad de
los gobiernos para incentivar las actividades mineras culminó en 1900 con
la promulgación del primer verdadero Código de Minería, que resultó ser
bastante atractivo para las inversiones privadas.
Figura 1. Evoluciones comparadas entre 1995 y 2018 del valor total de los productos mineros exportados (fuente
de los datos: Observatory of Economic Complexity, https://oec.world/en/), y de las tasas de pobreza y de pobreza Como el Perú producía esencialmente plata durante la segunda mitad del
siglo XIX, la minería peruana sufrió de la depreciación de este metal en el
extrema (fuente de los datos: INEI e internet; ciertas fluctuaciones se deben a cambios en el método de cálculo).
Se observa que la disminución de las tasas de pobreza se correlaciona bastante bien con el crecimiento del valor mercado internacional a partir de 1867, la cual resultaba principalmente del
de las exportaciones mineras, sugiriendo que la minería desempeñó un papel muy importante en el progreso abandono del bimetalismo por un creciente número de países. La ola de
socioeconómico del país. La primera inflexión positiva en el incremento de las exportaciones mineras se produjo en
~2003, mientras que el descenso continuo de la tasa de pobreza se inició en ~2004. Entre 2004 y 2018, la tasa de adopciones oficiales del patrón oro comenzó en 1871, con el Imperio Alemán
quien, al vencer a Francia ese año, le cobró en oro elevadas reparaciones
pobreza fue dividida por un factor de 2.6 (fue de 20.5 % en 2018), y la tasa de pobreza extrema por un factor de 6
(fue de 2.8 % en 2018), mientras que el valor total de las exportaciones mineras se multiplicó por un factor de 3.8 de guerra, y así aprovechó para liquidar sus reservas de plata. Muchos
países le siguieron el paso en el transcurso de las tres décadas siguientes,
(fue de US$29.7 billones en 2018).
abandonando el patrón plata, por lo menos, hasta la Primera Guerra Mundial.
La historia minera del Perú: una sucesión de crisis y soluciones Pese a su riqueza en plata, el propio Perú pasó a adoptar de facto el patrón

oro con la acuñación, a partir de 1898, de la moneda de oro llamada libra
Durante la época colonial, la producción minera peruana consistía principalmente peruana, que equivalía a diez soles de plata.
en oro y sobre todo plata. Las llamadas guerras de la Independencia, que se
iniciaron por la insurrección de Tacna (1811) y concluyeron por la capitulación Sin embargo, el desarrollo mundial de la electrificación a partir de mediados
de la fortaleza del Real Felipe, en el Callao (1826), resultaron en un marcado de los años 1880, aumentó marcadamente la demanda de cobre al requerir
decaimiento de la actividad minera, reflejado, por ejemplo, por la paralización cantidades rápidamente crecientes de este metal. Justamente en esos años se
de la gran mina de Cerro de Pasco. En las zonas disputadas entre fuerzas comprobó que el gran yacimiento de Cerro de Pasco, explotado industrialmente
independentistas y realistas, el bando en posesión de una mina de plata u oro,
solía destruir su infraestructura cuando el enemigo estaba a punto de apoderarse
de ella, con el fin de que éste se volviera incapaz de
operar la mina y acuñar dinero.

Para remediar la mala situación de la minería, al
terminarse estas guerras, los primeros gobiernos
peruanos dictaron medidas tributarias para incentivar
su reactivación. Por ejemplo, la ley del 15 de diciembre
de 1829, abolió los impuestos que habían gravado las
producciones de plata y oro desde la época colonial, lo
que resultó en un notable incremento de ellas.

Sin embargo, el desarrollo de la extracción del guano
a partir de aproximadamente 1840, reorientó gran
parte de los capitales disponibles hacia este rentable
recurso, que resultaba fácil de trabajar. Cuando las

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