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EXPL OR A | A TR A VÉS DE LA LENTE
Králové, en República Checa, hacia la reserva de Ol Esos momentos finales fueron tranquilos: la lluvia
Pejeta Conservancy, en Kenia. caía, se oía el graznido de un turaco solitario y el dolor
¿Cómo llegamos al punto en que son necesarias de los cuidadores de Sudán. Estos guardianes ocupan
medidas tan desesperadas? Es sorprendente que la más tiempo en la protección de los rinocerontes blan-
demanda de cuerno de rinoceronte, con base en poco cos del norte del que pasan con sus propios hijos. Ver
más que una superstición, causara el sacrificio ma- morir a una criatura, una que es la última de su espe-
sivo de una especie. Pero es alentador que un grupo cie, es algo que espero nunca volver a experimentar.
dispar de personas se uniera en un intento por salvar Es posible que los rinocerontes blancos del norte
algo único y precioso que, una vez perdido, se habría no sobrevivan a la avaricia humana, pero hay una
ido para siempre. pequeña brizna de esperanza. Hoy solo quedan dos
Conocer a Sudán en República Checa cambió la hembras en el mundo, pero hay planes para intentar
trayectoria de mi vida. Hoy, mi trabajo no solo se la fertilización in vitro.
enfoca en la condición humana. sino en ccon- E
Esto no es solo un reportaje para mí. Pre-
tar historias sobre la naturaleza y, al miss- ASIA s
senciamos la extinción justo ahora, duran-
mo tiempo, sobre nuestro hogar, nuestro te nuestra vigilancia. La cacería furtiva
futuro y la interdependencia en que ÁFRICA no disminuye. Si continúa la tasa actual
descansa toda la vida. KENIA de muertes es muy posible que todas las
Ol Pejeta
Nueve años después del traslado aéreo Conservancy OCÉANO especies de rinocerontes lleguen a la
ÍNDICO
recibí un llamado para apresurarme a ir extinción funcional en el lapso de nues-
t
a Kenia. A los 45 años, Sudán era un anciaa- tras vidas. La eliminación de una especie
no para su especie. Vivió una larga vida,peero cla
ave tiene un gran efecto en el ecosistema
ahora estaba por morir. En sus últimos años ex-ñ y en todos nosotros. Estos gigantes son parte de d
perimentó de nuevo sus pastizales nativos, aunque un mundocomplejo, creado durante millones de años,
siempre en compañía de guardias armadospara man- y su supervivencia está entrelazada con la nuestra. Sin
tenerlo a salvo de los cazadores furtivos. rinocerontes, elefantes y otros animales silvestres,
La muerte de Sudán no fue inesperada y, sin em- sufrimos una pérdida de imaginación, de asombro y
bargo, resonó entre muchos. Cuando llegué, estaba de posibilidades hermosas. Cuando nos vemos como
rodeado de las personas que lo amaron y protegieron. parte de la naturaleza, entendemos que salvarla se
Joseph Wachira, el hombre con Sudán en la página trata, en realidad, de salvarnos a nosotros mismos.
anterior y uno de sus cuidadores más dedicados, fue Sudán me enseñó eso. j
a darle un masaje más detrás de la oreja. Sudán incli-
Ami Vitale ha fotografiado artículos en unos 100 países. Su tra-
nó su pesada cabeza contra la de Wachira. Tomé una bajo más reciente para National Geographic (sobre las jirafas)
foto de los viejos amigos juntos por última vez. aparece en esta edición.
Sudán (izq.) socializa en la reserva de Ol Pejeta Conservancy con su nieta Fatu, una de las dos últimas hembras de rinoceronte blanco del norte.
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