Page 278 - EL Rincón de Liliana

Una lata vieja de chongos zamoranos, dulce
tradicional del estado de Michoacán hecho a
base de leche, fue quien pago las consecuencias
de mi enojo, lo patee, y lo patee, hasta abollarlo
y cansarme, mientras mis ojos se llenaban de
lágrimas de impotencia, y mojaban mi cara y mi
suéter, así recorrí ese camino, que en esa ocasión
en particular, me pareció más largo que nunca.

Fue al llegar a recoger la dotación, cuando topé
con el guardia que controlaba el acceso, era un
hombre común y corriente, vestía de verde, y mi
mirada chocó con sus botas, pues caminaba con

la cabeza gacha, y su voz interrumpió el silencio
con una exclamación que me pareció
inoportuna, “te pasa algo” me dijo, a lo cual no
conteste y solo lo fusilé con una mirada de enojo
y de ira, “que le importa” respondí y
amablemente me refutó, “ya viste?” – qué?, -
arriba , y fue entonces al levantar la mirada, que
descubrí en el cielo unas líneas que iban y
venían en todas direcciones, pasaban dejando
una estela de luz a su paso, era un espectáculo
increíblemente hermoso, la primera vez que veía
una lluvia de estrellas, y entonces insistió aquel
soldado, “ya ves por venir tan enojado viendo
para abajo, no te das cuenta de lo que pasa a tu
alrededor” creo que al momento no entendí sus
palabras, pero sé que tenía razón.
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