Page 4 - Biblia Católica para jóvenes en estuche
P. 4

05. Éxodo  18/11/2020  10:17  Página 123




                                                              123                       Éxodo 2 14



                            Vive la Palabra


                             ¡Define de qué lado estás!
                             Los israelitas no solo padecían la opresión y explotación de los egipcios, sino que el Faraón mandó matar
                             a sus primogénitos para evitar que siguieran creciendo y adquiriendo poder. Lee Éxodo 1 8-22 y observa
                             la conducta del Faraón y las parteras.
                                Las parteras hebreas pueden ser vistas en el relato como defensoras de la vida; respetaban más a
                             Dios que al Faraón y protegían la vida de los niños varones, en contra de su mandato. La vida es un don
                             de Dios que él, como Señor, quiere que apreciemos y llevemos a plenitud.
                                El Artículo 3º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclama la vida como el primer
                                                    1
                             derecho universal e incuestionable.  ¿Estamos convencidos de este principio? ¡Luchemos para que sea
                             una realidad!
                                El crimen organizado, las guerras continuas, el aborto, la eutanasia..., manifiestan un gran desprecio
                             de la vida por parte de la sociedad. «En el contexto social actual, marcado por una lucha dramática entre
                             la “cultura de la vida” y la “cultura de la muerte...” es urgente una movilización general de las
                             conciencias... una gran estrategia en favor de la vida.» 2
                                • ¿Estás del lado de la vida o de la muerte?
                                • ¿Cómo puedes manifestar concretamente tu opción por la cultura de la vida?
                                                                                           Ex 1 8-22




                                             19
                           vida a los varones?».  Ellas le respondie-  7 Entonces la hermana del niño dijo a la
                           ron: «Porque las mujeres hebreas no son  hija del Faraón: «¿Quieres que vaya a bus-
                           como las egipcias: tienen mucha vitalidad,  carte entre las hebreas una nodriza para que
                                                                          8
                           y antes que llegue la partera, ya han dado a  te lo críe?».  «Sí», le respondió la hija del Fa-
                               20
                           luz».  Por eso Dios fue bondadoso con las  raón. La jovencita fue a llamar a la madre
                                                                        9
                           parteras. El pueblo creció cada vez más y se  del niño,  y la hija del Faraón le dijo: «Llé-
                                            21
                           hizo muy poderoso,  y como ellas habían  vate a este niño y críamelo; yo te lo voy a re-
                           obrado con temor de Dios, él les concedió  tribuir». La mujer lo tomó consigo y lo crió;
                                               22
                           una familia numerosa.  Luego el Faraón  10 y cuando el niño creció, lo entregó a la hi-
                           dio esta orden a su pueblo: «Arrojen al Ni-  ja del Faraón, que lo trató como a un hijo y
                           lo a todos los varones recién nacidos, pero  lo llamó Moisés, porque dijo: «Yo lo saqué
                           dejen con vida a las niñas».         de las aguas».
                                 El nacimiento de Moisés             La huida de Moisés a Madián
                                Ex 6 20; Hch 7 20-21; Heb 11 23         Hch 7 23-29; Heb 11 24-27;
                               1  Un hombre de la familia de Leví se      Gn 24 11-31; 29 2-14
                            2  casó con la hija de un levita.  La mu-  11 Cuando ya era un hombre, Moisés sa-
                                                       2
                           jer concibió y dio a luz un hijo; y al ver que  lió en cierta ocasión a visitar a sus her-
                           era muy hermoso, lo mantuvo escondido  manos, y observó los penosos trabajos a
                                           3
                           durante tres meses.  Cuando ya no pudo  que estaban sometidos. También vio que
                           ocultarlo más tiempo, tomó una cesta de  un egipcio maltrataba a un hebreo, a uno
                                                                                12
                           papiro y la impermeabilizó con betún y  de sus hermanos.  Entonces dirigió una
                           pez. Después puso en ella al niño y la dejó  mirada a su alrededor, y como no divisó
                           entre los juncos, a orillas del Nilo.  Pero la  a nadie, mató al egipcio y lo escondió en
                                                       4
                                                                         13
                           hermana del niño se quedó a una cierta  la arena.  Al día siguiente regresó y en-
                           distancia, para ver qué le sucedería.  contró a dos hebreos que peleaban. «¿Por
                              La hija del Faraón bajó al Nilo para ba-  qué golpeas a tu compañero?», preguntó
                             5
                           ñarse, mientras sus doncellas se paseaban  al agresor.   14 Pero este le respondió:
                           por la ribera. Al ver la cesta en medio de  «¿Quién te ha constituido jefe o árbitro
                           los juncos, mandó a su esclava que fuera a  nuestro? ¿Acaso piensas matarme como
                                   6
                           recogerla.  La abrió, y vio al niño que llo-  mataste al egipcio?». Moisés sintió temor
                           raba; y llena de compasión, exclamó: «Es  y pensó: «Por lo visto, el asunto ha tras-
                           un niño de los hebreos».             cendido».
   1   2   3   4   5