Page 41 - tan bueno como el pan
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David Franco




                        El 24 de mayo de 1906 se realizó
                     la gran ceremonia de bendición y
                     colocación de la primera piedra.
                     Asistió monseñor Manuel Tovar,
                     arzobispo de Lima, y monseñor
                     Santiago    Costamagna,       célebre
                     obispo salesiano. Con cincuenta
                     años, Pane veía cercano su sueño de
                     construir un gran templo a María
                     Auxiliadora en el Perú.

                        Sin embargo, el ímpetu de Pane
                     lo llevó a cometer algunos errores:
                     lamentablemente no se adquirieron
                     buenos materiales de construcción,
                     no se gestionaron bien los permisos
                     con las autoridades y no previó el
                     surgimiento de reclamos cuando
                     se cerró una calle para levantar el
                     templo.
                        Como era de esperarse, con el
                     tiempo el proyecto perdió apoyo
                     y quedó detenido. Nunca volvió a
                     reanudarse, por lo que quedó trunco para siempre. Las bases de sus muros y columnas se
                     convirtieron en un triste testimonio de un proyecto mal planificado.

                        El padre Pane debió sentirse muy mal por este fracaso. Había defraudado a quienes
                     confiaron en su proyecto, además de haber puesto el buen nombre de la Congregación
                     Salesiana en entredicho. Fue una dolorosa lección de que ser soñador, impulsivo y
                     entusiasta no siempre basta para culminar exitosamente alguna actividad.

                        En 1909, el nuevo Inspector de los Salesianos, padre José Reyneri, lo removió de Breña
                     y lo envió al Callao como director. Pane se tuvo que ir al puerto por donde ingresó al
                     Perú llevándose consigo la tristeza y frustración de no poder concretar su proyecto. Tenía
                     53 años, la misma de Don Bosco cuando inauguró exitosamente la Basílica de María
                     Auxiliadora de Turín.









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