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Documental
Las religiones monoteístas en el
Perú
Con la independencia, comenzaron a llegar al Perú del siglo XIX
migrantes de Norteamérica, Europa, Asia y otros lugares del mundo
que traían consigo sus idiomas, costumbres y creencias religiosas.
Sin embargo, durante muchos años, las leyes del Estado prohibieron
la práctica de otra religión que no fuera la católica. Desde nuestra
primera constitución (la de 1823) hasta la última del siglo XIX y que
rigió el país durante varias décadas hasta 1920 (la de 1860), no
se permitía la práctica de otros cultos religiosos en el Perú. Sin em-
bargo en 1915 el Estado hizo una reforma constitucional que dejó
sin efecto esta prohibición1. Así todas las constituciones posteriores,
desde la Constitución de 1920 hasta la actual de 1993, reconocen
la labor histórica de la Iglesia Católica en el país y a su vez permiten
el ejercicio de otros cultos religiosos, como es característica de toda
sociedad libre.
Ciudad de Lima, siglo XIX.
Los incas y el Islam
Cuando los españoles llegaron al Perú en 1532 tenían en sus mentes
el recuerdo de los casi ocho siglos en que el Islam floreció en su
país. Por ello cuando vieron a nuestros antepasados y los vestigios
de su gran civilización las asociaron con esa otredad más cercana
que tenían: la musulmana. Así, en las crónicas españolas del siglo
XVI, sus autores se refieren a los llautu (ese cordón de lana que
envolvía la cabeza de un noble, sobre el cual el Inca colocaba su
mascapaycha) como turbantes. Dijeron que las acllas (mujeres
dedicadas a la producción textil en las grandes ciudades del Tahuan-
tinsuyo, en edificios denominados acllahuasis) eran el harem del
Inca; y que las huacas (los antiguos templos de adobe de los incas
y sus antepasados) eran mezquitas.
Mascaypacha descrito como turbante (árabe) por los españoles.
La carta de un judío en el Perú en el siglo XIX
Antes de 1915 muchos judíos y musulmanes practicaran, en la intimidad del
hogar, sus creencias religiosas en nuestro país. Juan Luis Orrego Penagos da a
conocer la vida de un judío en el Perú decimonónico, Jacobo Herezberg, a raíz
de una carta suya publicada en un periódico judío alemán en 1873: “Vivimos
acá en la República del Perú, país en el cual la libertad de culto todavía no se
ha decretado por ley y cuya población es católica en su totalidad. Se tolera, sin
embargo, a todas las sectas y religiones disidentes, las que efectúan los servicios
religiosos en sus casas. Residen acá alrededor de veinte familias judías, entre las
que se encuentran de veinte a cuarenta jóvenes solteros. También encontramos
entre los varones casados a algunos que están capacitados para realizar lo
servicios religiosos en caso de algún fallecimiento o para las fiestas de Rosh
Hashana y Yom Kipur. Desde hace un año reside en Lima también un Mohel (per-
sona que realiza las circuncisiones rituales), y por lo tanto ya no es necesario
enviar a nuestros hijos a Europa para que se les practique la circuncisión. Además,
desde el año 1870 organizamos una Sociedad de Beneficencia Israelita con el Familia de origen judío.
fin de ayudar a nuestros correligionarios”.
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