Page 113 - El Necronomicon
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Destruyen,
Ninguna puerta puede mantenerlos fuera.
Ningún cerrojo los hace retroceder.
Se deslizan a través de las puertas como serpientes.
Entran a través de los cerrojos como vientos,
Arrancando a la esposa del abrazo del marido,
Cogiendo al hijo de las entrañas del hombre,
Desterrando al hombre de su hogar, de su tierra.
SON EL DOLOR ABRASADOR
QUE SE PEGA A LA ESPALDA DEL HOMBRE.
SON LOS PROFANADORES.
El espíritu de la ramera que murió en las calles,
El espíritu de la mujer que murió al dar a luz,
El espíritu de la mujer que murió, llorando, con un bebé sobre el
pecho,
El espíritu de un hombre maligno,
Uno que asola las calles
O uno que asola el lecho.
¡Son Siete!
¡Siete son!
Esos Siete nacieron en las montañas de MASHU,
Llamada Magia.
Moran en el interior de las Cavernas de la Tierra,
Entre los lugares desolados de la Tierra viven,
Entre los lugares que hay
En los Lugares,
Desconocidos en el cielo y en la tierra.
Forman en terror,
Entre los Dioses Mayores no existe el conocimiento de ellos,
Carecen de nombre,
Tanto en el cielo
como en la tierra.
Cabalgan sobre la Montaña del Crepúsculo
Y en la Montaña del Amanecer gritan.
Se arrastran a través de las Cavernas de la Tierra,
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