Page 384 - Dune
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Muchas más cosas de las que nunca hubieras imaginado».
Y la memoria encapsulada en su mente se abrió para Jessica, permitiéndole ver,
como a lo largo de un inmenso corredor, a otras Reverendas Madres tras otras
Reverendas Madres tras otras Reverendas Madres, en una sucesión que parecía no
tener fin.
Jessica retrocedió, aterrada ante la idea de sumergirse en aquel océano sin límites.
Pero el corredor no desapareció, revelando a Jessica que la cultura Fremen era más
increíblemente antigua de lo que nunca hubiera podido suponer.
Vio que había habido Fremen en Poritrin, todo un pueblo que se había
reblandecido con el contacto de aquel planeta demasiado fácil, una presa sencilla para
las incursiones de los reclutadores imperiales en busca de elementos para las colonias
de Bela Tegueuse y Salusa Secundus.
Oh, el lamento que Jessica percibió en aquella separación.
En las lejanas profundidades del corredor, una imagen-voz exclamó:
—¡Nos han negado el Hajj!
Jessica vio en aquel corredor interior los barracones de esclavos en Bela
Tegueuse, Vio cómo habían sido eliminados y seleccionados los hombres para poblar
Rossak y Harmonthep. Escenas de brutal ferocidad se abrieron ante ella como los
pétalos de una terrible flor. Y vio el hilo del pasado, transmitido de Sayyadina en
Sayyadina, primero a viva voz, oculto entre los cantos de la arena, después por las
Reverendas Madres, gracias al descubrimiento de la droga en Rossak… y el hilo era
ahora más sólido que nunca, en Arrakis, con el descubrimiento del Agua de Vida.
Muy lejos, en lo más profundo del corredor, otra voz gritó:
—¡Nunca perdonar! ¡Nunca olvidar!
Pero la atención de Jessica estaba concentrada en la revelación del Agua de Vida,
en sus fuentes: la exhalación líquida del gusano de arena moribundo, de un hacedor.
Y cuando vio la forma en que era muerto en su nueva memoria, estuvo a punto de
gritar.
¡La criatura era ahogada!
—Madre, ¿te encuentras bien?
La voz de Paul penetró en ella, y Jessica luchó por abstraerse de su visión interior,
consciente de sus deberes para con su hijo pero irritada por su intromisión.
Soy como una persona cuyas manos han permanecido paralizadas, insensibles,
durante toda su vida… hasta que un día vuelve a ellas su habilidad de moverse y
percibir sensaciones.
El pensamiento permaneció suspendido en su mente, una consciencia envolvente.
Y yo digo: «¡Mira! ¡Tienes manos!». Pero la gente a mi alrededor me pregunta:
«¿Qué son las manos?».
—¿Te encuentras bien? —repitió Paul.
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