Page 403 - Dune
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existencia tan exultante como la de un miembro de las Grandes Casas.
—¡Qué idea! —murmuró el Barón.
—Vos empezáis a compartir mis sospechas —dijo Hawat.
—¿Cómo ha podido iniciarse una cosa así? —preguntó el Barón.
—Ah, sí: ¿cómo se inició la Casa de los Corrino? ¿Había alguien en Salusa
Secundus antes de que el Emperador enviase su primer contingente de prisioneros?
Incluso el Duque Leto, un sobrino de la rama femenina, no llegó a saberlo nunca con
certeza. Estas preguntas nunca son bien recibidas.
Los ojos del Barón centellearon mientras reflexionaba.
—Sí, un secreto muy bien guardado. Han usado todos los medios para…
—Además, ¿qué hay allí que deba ser escondido? —preguntó Hawat—. ¿Que el
Emperador Padishah posee un planeta prisión? Todo el mundo lo sabe. Que hay…
—¡El Conde Fenring! —eructó el Barón.
Hawat se interrumpió, estudiando al Barón con el ceño fruncido.
—¿Qué ocurre con el Conde Fenring?
—Para el cumpleaños de mi sobrino, hace algunos años —dijo el Barón—, ese
lacayo del Emperador, el Conde Fenring, vino como observador oficial y para… esto,
para concluir un acuerdo entre el Emperador y yo.
—¿Y?
—Yo… Sí, durante una de nuestras conversaciones, creo haber dicho algo acerca
de la posibilidad de transformar Arrakis en un planeta prisión. Fenring…
—¿Qué es lo que le dijisteis exactamente? —preguntó Hawat.
—¿Exactamente? Hace ya tanto tiempo que ello, y…
—Mi Señor Barón, si deseáis serviros de mí del mejor modo posible, debéis
proporcionarme informes precisos. ¿La conversación no fue registrada?
El rostro del Barón se ensombreció, irritado.
—¡Eres tan pérfido como Piter! No me gustan esos…
—Piter ya no está a vuestro lado, mi Señor —dijo Hawat—. A propósito, ¿qué es
lo que le ocurrió a Piter?
—Se volvió demasiado familiar, demasiado exigente para conmigo —dijo el
Barón.
—Me habéis asegurado que nunca suprimíais a alguien que os fuera útil —dijo
Hawat—. ¿Queréis desperdiciarme con amenazas y engaños? Estábamos hablando de
lo que le dijisteis al Conde Fenring.
Lentamente, el Barón recuperó su compostura. Cuando llegue el momento, se
dijo, recordaré esos modales para conmigo. Sí, los recordaré.
—Un momento —dijo el Barón, y pensó de nuevo en el encuentro en la gran sala.
Intentó visualizar el cono de silencio en el cual se habían hallado—. Dije
aproximadamente esto: «El Emperador sabe que en todos los asuntos siempre hay
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