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El Pilarino

TOTORITAS

C
ierta mañana de verano tres pelícanos coincidieron en la
playa Totoriras, situada en Chincha Alta, en el
departamento de Ica, más exacto ,al sur de Lima.
on temor y desconfianza se agruparon para conocerse.
Después de mirarse por largo rato, los tres iniciaron una conversación.

El primer pelicano se presentó diciendo:
-“Mi nombre es Quico, tengo 5 años y vengo de Paracas, lugar donde el generalísimo Don
José de San Martin, soñó con nuestra bandera”.

El segundo dijo: “Mi nombre es Nacho, tengo 6 años y vengo de Asia, la playa más pituca
del Perú”.
El dueño de casa se presentó: “Mi nombre es Bolín, tengo 8 años, soy de aquí, de Totoritas,
la playa más cool de mundo, donde las olas caen al compás de un alegre festejo”.

Luego Bolín les preguntó: “¿Qué hacen aquí en mi playa?
Quico respondió: “Estoy buscando un mejor lugar donde vivir, pues de donde vengo ya no
es un lugar seguro para mí. Hay demasiada pesca artesanal y eso ha hecho que ya no me
sea fácil hallar comida”

Y tú Nacho ¿Qué haces aquí?
Nacho respondió: “Llegué hasta aquí huyendo del ruido, caos y desorden, que hay en Asia,
la playa más cara del Perú. Todos los veranos la asistencia va en aumento y ello ha
generado mayor construcción de casas. Nuestro espacio ha quedado reducido a casi nada.

Además la gente sólo ensucia y por ello abunda la basura.
Bolín les dijo: “Bienvenidos hermanos, aquí en Totoritas hay lugar para todos.
Los tres decidieron construir una casa. Quico quería una casa grande donde todos sus

amigos los pingüinos y lobos de mar pudiesen quedarse a pasar las vacaciones.
Nacho despavorido gritó: “De ninguna manera nada de pingüinos y lobos de mar, sólo
entrarán mis amigas las golondrinas que son aves con glamour y buen gusto como yo. Bolín
sonrió y les dijo:

“No se preocupen que haremos una casa tan grande que todos quedaremos contentos “
Entonces empezaron a construir lo que sería un hogar. Cuando terminaron la casa se
sentaron a mirarla, orgullosos de su trabajo.
Pasaron los días y Quico se sentía triste. Bolín notó la tristeza de Quico y le preguntó:

“¿Qué te pasa Quico?... ¿qué te puso tan triste?” Pero Quico no respondía. Entonces
Bolín le preguntó a Nacho: “¿tú sabes que le pasa a Quico?”
- “No sé, pero le preguntaré”
A la hora del almuerzo Nacho aprovechó para hablar con Quico: “¿Qué te pasa Quico?- le

preguntó-¿Por qué esa cara de tristeza?”
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