Page 168 - Libros de Caballerías 1879
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AMADIS DE GAULA
quilán, rey de Suesa, ochocientos; el rey Cildadán,
docientos.
Pues todo aderezado, mandó el Emperador a los
reyes que el real moviesen, e la gente fuese dete-
nida en aquella gran vega por donde habían de ca-
minar; e así se hizo, que puestos todos en sus bata-
llas, el Emperador fizo de su gente tres faces e
rogó al rey Lisuarte que toviese por bien que él lle-
vase la delantera, e así se fizo; aunque él más qui-
siera llevarla a su cargo, porque no tenía en mucho
aquella gente, e había miedo que del desconcierto
dellos les podría venir algún gran revés; pero otor-
gólo por le dar aquella honra.
El rey Lisuarte fizo de sus gentes dos haces;
fecho esto, movieron por el campo tras el fardaje,
que iba a asentar real con los aposentadores. ¿Quién
os podría decir los caballos y armas tan ricas e tan
lucidas e de tantas maneras como allí iban? Por
cierto muy gran trabajo sería en lo contar.
Dice la historia que el rey Perión, como fuese
un caballero muy cuerdo y de gran esfuerzo, tenía
siempre personas en tales partes de quien supiese
lo que sus enemigos hacían, de los cuales luego fué
avisado cómo la gente venía ya contra ellos, y en
qué ordenanza. Pues sabido esto, luego otro día de
mañana se levantó e mandó llamar todos los capi-
tanes e caballeros de gran linaje, e díjogelo, e como
su parecer era que el real se levantase, e la gente
junta en aquellos prados, se ficiese repartimiento
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