Page 31 - Libros de Caballerías 1879
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L^ BOLA DE CERA

      días a un  castillo, a sazón de que en su patio, un
      caballero solo, al cuál le habían matado ya el caballo,
      era traidoramente atacado por otros dos caballeros  y
      por más de diez peones, que  lo herían por  todas
      partes. A punto estaba de sucumbir, cuando el Don-
      cel del Mar acometió con gran brío a los que le ata-
      caban, y derribó y mató a los más de ellos. Visto
      lo  cual,  cobró nuevos ánimos  el primer  caballe-
      ro y entre uno y  otro dejaron limpio  de  traido-
      res todo  el castillo. El Doncel, que había reconoci-
      do al rey Perión de Gaula en el caballero por él so-
      corrido, no quería quitarse  el yelmo ante  él, pues
      sólo cuando sus hazañas  le hubieran ganado fama
      digna de la de quien le había dado la orden de ca-
      ballería, quería dársele a conocer; pero tanto le rogó
      Perión, que acabó por descubrirse y  el rey, abra-
     zándolo, dijo:             '       i
       — Amigo, gracias doy a Dios por haber hecho en

     vos lo que hice.
        Y muy alegre, oyó de  él que  le ayudaría en  la
     guerra que tenía empeñada con el rey de Irlanda.
       Había ya en la Corte de Languines, con secreta
     alegría de Oriana, noticia de  las primeras hazañas
     del Doncel del Mar, cuando llegaron tres naos, en
     que venía un mensajero del rey Lisuarte, con cient
     caballeros e dueñas e doncellas para llevar a Oria-
     na. El rey Languines los acogió bien. El mensajero
     le dijo el mandado del Rey su señor, cómo enviaba
     por su hija, y demás desto, que le rogaba enviase
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