Page 127 - mago de oz
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Dejó sola a Dorothy y se fue a buscar a los otros,
            a  los  que  también  condujo  a  diferentes

            dormitorios,  y  cada  uno  de  ellos  se  encontró
            alojado    en   una    parte    muy  agradable  del

            palacio.  Claro  que  tanta  amabilidad  no hizo
            efecto  alguno  en  el  Espantapájaros,  pues  al

            hallarse  solo  en  su  cuarto  se  quedó  parado
            tontamente  a  pocos  pasos  de  la puerta,  donde

            esperó hasta que lo llamaron. De nada le serviría
            acostarse,  y  no  podía  cerrar  los  ojos,  de  modo

            que  estuvo  toda  la  noche  mirando  a una  araña
            que tejía su tela   en   un   rincón   del   cuarto,   tal

            como   si   no   fuera   una   de   las   habitaciones
            más  encantadoras  del  mundo.  En  cuanto  al

            Leñador,  se echó  en la cama  por la fuerza  de la
            costumbre,  pues  recordaba  la  época  en  que

            había  sido  de  carne  y  hueso;  pero  como  era
            incapaz  de  dormir,  se  pasó  la  noche  moviendo

            los  brazos  y  piernas  a  fin  de  mantenerlos  en
            buenas  condiciones  de  funcionamiento.  Por  su

            parte, el León habría preferido un lecho de  hojas
            secas    en    lo    profundo    del    bosque    y    no    le





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