Page 189 - Huasipungo - Jorge Icaza
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o R G F. .-1
-equilibrio de su ecuaniniidad de jtiez,'. haCiéndole
caer en una furia de chagra togado.
-¡ Longo hijo de_ perra!- masculla lanzando le-
jos al crío de una patada ·en el estómago que le
deja dando botes. Sin perder segundo, se tira 'so-
bre el pequeño y le azota con el acial hasta retor-
cerle como lombriz, hasta dejarle desma-yado, ven-
cid o;
La -dcscsp<;raci6n y el llanto infantil anegan el
.alma de la indiada sacudiéndola en temblor de lá-
·grimas. Hasta las indias se sienten en estado de '·
_gritar. 1 Basta, cara jo . . . Basta! Pero la protesta
se da contra las paredes de la humildad, de la re-
signación, de los barrotes que desde chicos les pu-
.sieron el cura, el amo, el teniente. político,· todos
los blancos predic.adores d_e moral, todas las élites
de la civilización que viven buscando espaldas su-
misas sobre las cuales pase el carro del progreso,
donde van ellos y sus satélites. Entre la muche-
dumbre, de contrabando, se dejó sentir un leve su-
surro de láerimas y mocos de indias.
Una vez ca;tigado el insolente muchacho, el pó-
.lítico se dirigió a terminar.-su tarea. Vuelve el acial
a hender el aire y a marcar caminitos rojos
en la espalda ren:egrida. Urio, dos, cinco,
diez.
J90 Una pausa p.ara tomar aliento, para escu-
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"