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La Resurrección de hoy, la presencia de
Jesús
Al decir ´Jesús ha resucitado, estamos diciendo que Dios es resucitador de
muertos. Más arriba, hemos dicho que Jesús va a la muerte porque asume
el compromiso que Dios Su Padre, le pide. Jesús va a la muerte porque es
fiel a lo que el Padre quiere de él. O sea que Jesús asume el riesgo, sabe a
lo que se expone y, sabiéndolo, no da paso atrás, sino que sigue adelante.
Jesús es fiel a Dios. La cuestión es, entonces, ésta: ¿Y Dios es fiel con
Jesús? ¿Responde Dios a la fidelidad del hombre justo, o no? Lo que po-
demos leer en el salmo 22,9 es que Dios salvará al justo, porque le ama;
y en el salmo 34, 20-21 dice “Muchas son las desgracias del justo, pe-
ro de todas le librara el Señor. Guarda todo sus huesoso, ni uno solo de
ellos es quebrantado” ¿es verdad o es mentira? ¿Hay fidelidad por parte
de Dios para el hombre justo?
Al decir Jesucristo ha resucitado, estamos repitiendo que sí, que no hay
nadie más fiel que Dios. Desde un punto de vista bíblico, el hombre es in-
mortal, no tanto porque posea un alma inmortal, es decir, no tanto porque
sea algo debido a su naturaleza, cuanto por que la fidelidad de Dios no
puede permitir que quienes le han sido fiel experimenten la corrupción. Al
confesar que Jesús ha sido resucitado estamos haciendo una afirmación
sobre el ser de Dios y estamos haciendo, en el fondo, una teodicea, una
justificación de Dios: ¿Cómo es posible que un Dios bueno permita la
muerte del inocente? Es posible, porque el inocente que muere Dios lo
recupera en una vida gloriosa junto a SÍ.