Page 60 - Malvinas Hoy

¿Es así cómo pasó?
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60 | Lic. en Comunicación Social
Con la rendición, el ánimo de la población se transformó. Rumores, conversaciones
casuales y comentarios al pasar se mezclaron con las percepciones personales de
cada ciudadano y la información de los medios de comunicación.
En busca de una explicación a lo que había ocurrido, los dichos que circulaban en
el país fueron cimentados en la memoria colectiva y, al pasar el tiempo, se convirtie-
ron en afirmaciones cuya veracidad podría ser refutada.
Los “chicos de la guerra”
conscriptos que fueron a Malvinas. Si bien es cierto que una gran cantidad de sol-
En muchas ocasiones esta frase es utilizada para referirse a la edad de los soldados
dados tenían 18 años también viajaron a las islas personal de las Fuerzas Armadas
que llevaban años de carrera. Estos soldados de profesión tenían experiencia en
combate y gracias a su capacidad pasaron a liderar las filas.
Después de todo esto he acuñado dos frases. Prime-
ro, para mí “el mejor soldado del mundo es el soldado
argentino”; no pide nada excepto que lo manden bien y
mandar bien es dar el ejemplo, convencerlo y ayudarlo.
Y, la otra, es que el soldado argentino es un tipo que
colabora, que se esmera en cumplir con la misión, con la
tarea y se preocupa.
Y, además, es un buen combatiente y deja -como mu-
chos- incluso la vida. Entonces, la segunda frase que
acuñé es “ha de ser bastante incómodo para el enemigo
combatir con un soldado argentino”.
Por otra parte, los excombatientes no están de acuerdo con la referencia a su
edad como un condicionante para el recuerdo de Malvinas. Ellos consideran que al
momento de pisar las islas tuvieron que madurar abruptamente, quedando el ape-
lativo desfasado en comparación a sus vivencias.
La Clase 62 fue el mayor número de efectivos que pisaron la turba malvinense.
Sergio Pantano (Batallón de Infantería de Marina de Tierra del Fuego) dijo en el do-
cumental “La Clase 62” de TyC Sports “nos fuimos chicos y nos hicimos hombres en
dos meses y medios”.
La situación que vivieron en Malvinas -como el tener que cargar un arma, montar
cañones, prepararse para salir a matar- transformó a esos jóvenes en verdaderos
hombres que defendieron la patria.