Page 69 - Como mariposas a la luz
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Hablemos de coaching
Un monótono transitar, a través de tu tiempo, adaptado a caminos conocidos, a pasos
cómodos, de cruces simples, y alejados del peligro.
Tu vida, transcurre, en la más absoluta normalidad, rozando con sus dedos la
mediocridad.
Sientes que hay algo, ahí a lo lejos, que no eres capaz de vislumbrar que te atrae,
que despierta tus sentidos alguna vez, que te hace vibrar por dentro, y que tus
emociones, quieren dejarse ir en su búsqueda.
Pero una vez más, agarrada a la rotonda de tu vida, cambias de sentido, volviendo
por el mismo camino conocido de tantas veces, con el recuerdo de la última vez que
lo intentaste.
Con ese sabor agridulce, mezcla de sentimientos encontrados, entre la emoción que
destilaste la última vez que intentaste salir de ese monótono camino, y el miedo a lo
desconocido, al fracaso, a perder la comodidad de tu esencia “conocida”.
Llegas al regazo de los tuyos, esos mismos que te dicen que de que te quejas, pues
lo tienes todo, que la vida es así, y que es lo que tiene “vivir”, que son 4 días, y tres
nublados, y entiendes que al final, tienen razón, y que adentrarse en nuevos y
desconocidos horizontes, es peligroso, y que hasta quizás, no lo merezcas, por desear
más allá de lo que tienes.
Pero un día cualquiera, en ese mismo deambular cualquiera, con un caminar perdido,
sin mirada fija en nada, tu mente y corazón se unen, y en un atisbo de valentía, te
dicen que des un paso más, que pases de largo la rotonda que te devuelve al mismo
sitio, y que explores, ¡aunque sea un poco más!
© 2016 Jordi Llonch 64