Page 70 - Como mariposas a la luz
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Y es ese día, en ese sitio, y en ese instante, cuando descubres un cruce de caminos
desconocidos.
Sabes que puedes llegar más allá, que parece que hay vida, y que tu cuerpo, mezcla
de emoción, miedo, y expectación, vive sensaciones, que jamás antes había sentido.
Y es en ese cruce que sabes que debes atravesar, donde las dudas, de nuevo, te
avisan de que vuelvas, que total, tampoco sabes por dónde tirar, y ni siquiera como.
Y es en ese instante, donde decides que no, que explorarás, porque lo mereces, que
sólo se vive una vez, que no hay cruces peligrosos, ¡solo rotondas que devoran una
vida a través de no vivirla!
Y como todo el que no sabe, o se siente perdido, exclamas que tú quieres, que tú
puedes, ¡pero que necesitas ayuda que te impulse a ver más allá de la niebla del que
no sabe!
Y de pronto te encuentras con alguien, cargado de linternas de todos los tamaños y
colores, de mensajes positivos y de una fuerza que traspasa tus propias limitaciones.
Alguien, que se limita a decirte, YO no puedo decirte el camino pero puedo ayudarte
a ver lo que quieres, a alumbrar tu camino, basado en tus deseos.
Yo seré tu acompañante en ese camino y solo me iré, ¡cuando estés instalada!
Y a partir de ese momento, empiezas a saber qué quieres, dónde quieres ir y la niebla
se disipa en tu cambio, te muestra caminos, que tú siempre supiste, pero que no te
atreviste.
Y él, camina detrás de ti, de tus deseos, con la sola intención de ir alumbrando hacia
donde tú le indicas, para que veas mejor, para animarte en tu caminar hacia adelante,
¡hasta asegurarse de que estás donde querías!
© 2016 Jordi Llonch 65