Page 75 - Como mariposas a la luz
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¡Atrévete a quererte!



                  Todos, nacemos como “únicos”, aunque nos empeñamos en morir como copias.

                  Desde que empezamos a crecer, nos enseñan a comportarnos, a actuar, basado en
                  un modelo, familiar, o del entorno.



                  Es curioso que, desde muy pequeños, nos enseñen a decir “te quiero”, pero no a

                  decir “me quiero”.


                  Lejos  de  enseñarnos  a  querernos,  incluso  se  nos  instala  en  la  conciencia,  que

                  quererse, es un acto egoísta, propio de las personas que sólo se quieren a sí mismas.

                  Que  en  el  amor  a  los  demás,  en  el  sacrificio  por  los  demás,  está  la  llama  de  la
                  felicidad, y el principio de todo bien futuro, basado en sacrificar el presente, en un

                  acto de renuncia que nos engrandece.


                  ¡Como si quererse a uno mismo, estuviera reñido con querer a otros!



                  Es difícil querer sin quererse, como es difícil mirar sin verse. La persona perfecta, no
                  es  real,  por  lo  mismo  que  una  persona  real  no  es  perfecta,  pero  querernos,

                  agradarnos  y  disfrutar  de  nosotros,  nada  tiene  que  ver  con  la  perfección,

                  simplemente, ¡con la felicidad!


                  Por ahí, pasa el principio del amor que te engrandece, y a partir de ahí, la felicidad

                  que compartes con quienes quieres.



                  Y ese simple cambio de perspectiva, muchas veces, es el hilo conductor de un cambio
                  en tu vida, es la “partícula de la felicidad”.



                  Porque la felicidad, no es tanto una cuestión de tenencia, como de disfrute.








                  ©  2016 Jordi Llonch                                                                 70
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