Page 77 - Como mariposas a la luz
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El día en que decidimos crecer
“Jamás serás feliz, mientras te aferres a cosas materiales”
SAN AGUSTÍN
Todo ciclo, se inicia igual. Nacemos, y con ello, se inicia la triada que de sentido al
círculo virtuoso. Ser, Hacer, Tener. Somos (porque existimos), hacemos (porque
empezamos a hacer cosas) y tenemos, porque empezamos a poseer.
Y así, nuestra vida, trascurre en armonía, alimentando nuestra mente, y adquiriendo
conocimientos, sin prejuicios, con fe, y basado en el yo interno, sin más ataduras.
Somos valientes, porque desconocemos el riesgo, inteligentes, porque aprendemos
de todo y de todos, y sobre todo, vivimos los principios básicos la felicidad, que se
basan en el Hoy, el YO, el Ahora.
Y así, vamos alcanzando niveles de “crecimiento” vital, que cada vez nos aportan
mayor visión del mundo.
Hasta que un día, tomamos la gran decisión, decidimos crecer, hacernos mayores.
Y ese día, sin darnos cuenta, rompemos el círculo virtuoso, cambiamos el orden de
la triada perfecta. Empezamos a desear cosas, en un instinto de posesión que cada
vez nos lleva más lejos, en la creencia de que eso, nos hace mejores, más felices.
Y ese día, sin saber por qué, y como tributo a nuestra “evolución a mayores”,
pasamos a depender de lo que tengamos.
Y en un dramático cambio de orden, nuestro nivel de pensamiento se eleva hasta
perderse, ¡por un simple cambio de estructura! Y empezamos a pensar, que cuando
tenga suficiente dinero… Haré lo que quiera… ¡¡¡Y seré feliz!!! Dejamos de SER,
HACER, TENER… para pasar a TENER, HACER, SER…
© 2016 Jordi Llonch 72