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La genética (aquí nos referimos específicamente a la que presenta números de EPD) es
fundamental para lograr dichos objetivos, para lo cual debe estar dirigida
fundamentalmente a priorizar las características necesarias para que una vaca destete un
ternero por año, que son:
1) Presentar una facilidad de parto directa, asociada a un moderado a bajo peso al nacer,
característica imprescindible para que el ternero nazca. Sin ninguna duda me atrevo a
afirmar que el buen manejo de esta característica permite la mejora de los resultados tanto
físico como económico de las empresas ganaderas, evitando pérdidas al parto de madre e
hijo y no requerir asistencia en el parto lo que disminuye drásticamente la necesidad de
mano de obra escasa y cara en nuestro país.
2) Los animales deben presentar una buena facilidad de engorde, que valoramos en un EPD
por la grasa de cobertura, la reserva de las vacas en el invierno. Unida al parámetro anterior
necesitamos un tamaño moderado en su frame, valorado por el dato de peso adulto en un
EPD, características imprescindibles para lograr rodeos funcionales, eficientes y rústicos.
Estos conceptos definen ni más ni menos que el denominador de la ecuación de
productividad de los rodeos de cría que son los kg de vaca entorada.
3) Sobre esa base de funcionalidad y rusticidad debemos lograr una buena producción de
leche, a mi entender es una característica que podemos mejorar y que nos permitiría
mayores pesos al destete o kg de ternero destetado por vaca de cría sin tener que aumentar
la carga animal con el consiguiente riesgo climático que ello conlleva. Este aumento en la
producción de leche debe y es imprescindible asociarla a la utilización de correcta genética
en la estructura de ubres y pezones. La presencia de malas ubres y pezones dan por tierra
todos los objetivos planteados, menor ingesta de calostro en los terneros recién nacidos,
dificultad en el amamantamiento, perdida de terneros por no poder mamar y aumento de
la necesidad de mano de obra.
4) En cuarto lugar de importancia a mi entender esta la CE y su implicancia directa en la
calidad y cantidad de espermatozoides y también su importancia en la precocidad sexual
de las vaquillonas.
Siendo a mi entender las características anteriores las fundamentales e imprescindibles a la
hora de seleccionar un reproductor o los animales que conforman un rodeo de cría, no hay
que olvidar características como AOB asociada al rendimiento de carcasa y los crecimientos
sobre todo los asociados al primer año y medio de vida.
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