Page 33 - Revista Phylos 6 ALCM
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Esas son las almas que deambulan por la
vida, los caminantes de la oscuridad, vivien-
do entre penumbras de oscuros pensamien-
tos que alimentan la mente y el pensamiento.
Cada uno decide si al estar abajo se queda ahí
o sale. Es voluntad propia el destino de cada
uno. Pero desde el momento en el que decidi-
mos dejar todo, debemos tomar en cuenta que
no volveremos a caer en ello, a tener más de lo
mismo y seguir adelante con nuevos propósitos.
Delimitamos el mundo con la realidad. La vida
nos consume si no la consumimos antes, porque
el primer principio para lograr la felicidad es se
uno mismo sin importar lo que drogan los demás.
Se nos ha enseñado a callar en medio de proble-
mas, a temer a las adversidades y a esconderse
en las tempestades, se nos ha dicho que para salir
adelante debemos dejar atrás todo, muchas veces
eso incluye dejar lo que nos hace ser felices. Al-
mas apaciguadas en un mundo que clama a gritos
despertar; son los nómadas del mañana, migran-
do y abandonando las batallas para sobrevivir.
El silencio, su refugio, el dolor, su alimento y los
lamentos su realidad. Nos han forjado de tal ma-
nera que las siluetas del mundo somos nosotros
mismos, dormidos ante el problema, ausentes en
donde nos necesitan, inertes ante la sociedad.
Por tanto, tiempo nos llamaron “futuro” haciéndo-
nos creer que faltaba demasiado para enfrentar
la realidad, pero, la realidad esta presente. Lo ha
estado desde hace mucho, nos obligaron a ver el
mañana ignorando lo que sucedia en la actualidad,
y así en un abrir y cerrar de ojos, el mundo consu-
mió la vida y la vida termino con nuestra realidad.
No queremos que hagan nuevos horizontes ni
mucho menos nuevos mundos, lo que quiero
es que arreglen el que ya esta hecho un desas-
tre. En el fondo sabemos que estamos rotos y
solo queremos hacer de los pedazos cenizas.
Para la sociedad somos un simple concepto des-
glosado en tres palabras “hombre que piensa”
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