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esto se añade,a veces, en algunos, Con respecto a los asistentes
los tormentos del estómago por la católicos (hay también algunos
práctica del ayuno de los viernes curiosos y admiradores musulmanes
de cuaresma. y animistas), el Vía Crucis viviente
representa para ellos un momento
Por otra parte, la profundidad de especial en el sentido de que no
la gente en la vivencia del Vía Crucis son indiferentes a lo que está
es observable en la manera cómo pasando, expresando sus emociones
se vive éste los Viernes Santos en el profundas, sean positivas o negativas,
Carmelo de Bobo-Dioulasso. según las actitudes de los actores:
De hecho, desde 2012 la Juventud la cobardía de los apóstoles y de
Carmelitana de Bobo (JCB) tomó Poncio Pilato, la maldad envidiosa de
la iniciativa de ayudar a la gente las autoridades judías, la ingratitud
a vivir con más fervor el Vía Crucis insidiosa de la masa, la dureza sádica
de los Viernes Santos a través de de los soldados, el coraje entrañable
una representación del mismo. Al de Verónica, las lamentaciones
principio, más o menos aprensivos fúnebres y escalofriantes de las
por algo que nunca vieron o mujeres de Jerusalén, la desolación
experimentaron y, sobre todo, por indescriptible de la Virgen María,
todas las dificultades que resultande la soledad y el aplastamiento
esto, los jóvenes descubrieron al final aniquilador de Jesús… Vivir todo
lo bien fundado de aquella iniciativa, esto emocionalmente cambia la
que tanto impacto espiritual tiene manera de mirar a Cristo en la cruz y
sobre los mismos jóvenes mismos y reconforta a unos y otros en el corazón
sobre los asistentes al mismo. de las alegrías y de los sufrimientos
de cada día, pues es allí donde se
Los jóvenes que intervienen en el experimenta también el “Ave Crux,
Vía Crucis viviente logran durante los spes única” (Saludo a la Cruz, nuestra
ensayos descubrir la responsabilidad única esperanza).
que tienen en hacer rezar a la gente
fervorosamente haciéndose una Fr. Eric N´Do, O.Carm.
pequeña idea de lo que pudo sufrir
Cristo injustamente por nosotros.
Es una responsabilidad que se
transforma, poco a poco, en ellos en
un acto de fe que tienen que profesar
en su manera de vincularse con los
demás ya que algunos se quedan
después con el apodo afectuoso de
Jesús, María, Verónica, Juan…
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