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Antes de la oración colecta: el
sacerdote dice: “Oremos”. Es aquí
donde el sacerdote, en nombre
de Cristo, recoge todas nuestras
peticiones y súplicas, traídas a la
santa Misa.
Después de la lectura del
Evangelio, si no hay homilía; si
hay homilía, después de la misma.
Dejar que la Palabra de Dios, leída y
explicada por el ministro de la Iglesia,
vaya penetrando y germinando en
nuestra alma.
También se recomienda un
brevísimo silencio después de cada
SILENCIO EN LA petición en la oración de los fieles.
En el momento de la elevación de
LITURGIA la Hostia consagrada y del Cáliz con la
sangre de Cristo en la consagración.
El silencio litúrgico no es un Es un silencio de adoración, de
silencio de tartamudez; sino un gratitud, de admiración ante ese
silencio sagrado. Es necesario para milagro eucarístico. A ese Cristo que
escuchar la Palabra de Dios. Dios se se entrega por nosotros.
hizo Palabra en Jesús. Después de la comunión, viene el
¿Cuáles son esos momentos gran silencio. Silencio para escuchar a
de silencio? Antes de la misa y de ese Dios que vino a nuestra alma, en
cualquier ceremonia litúrgica nos forma de pan, silencio para compartir
deberíamos preparar con el silencio, nuestra intimidad con Él.
para reflexionar y pensar: ¿Qué Es muy aconsejable, después de la
vamos a hacer? ¿con quién vamos a misa quedarse unos minutos más en
encontrarnos? etc… silencio, para poder agradecer a Dios
Silencios en la misa y cuál es su este augusto y admirable sacramento.
significado. Antes del “Yo confieso”: Francisco Ribera, O. Carm.
es un silencio para ponernos en
la presencia del tres veces santo,
reconocer nuestra condición de
pecadores y pedirle perdón, y de
esta manera poder entrar dignos a
celebrar y vivir los misterios de pasión,
muerte y resurrección de Cristo.
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