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FRACTURAS EN EL NIÑO
                                 Diagnóstico,  Clasificación, Tratamiento y Pronóstico

                  La incidencia de las fracturas en los niños está en aumento en todo el mundo,  requieren
                  un correcto diagnóstico  y una clasificación para planificar  su tratamiento  y predecir el
                  pronóstico. El diagnóstico clínico tiene como signo cardinal el dolor, el aumento de
                  volumen de las partes blandas y la deformación variable  de la zona anatómica
                  fracturada; el estudio radiográfico debe ser comparativo, es decir de ambos miembros
                  en las incidencias clásicas de frente y lateral (6)

                  Respecto al tratamiento de las fracturas en niños, es conveniente conocer la localización
                  anatómica del hueso fracturado,  sobre todo las que comprometen el cartílago de
                  crecimiento y la diáfisis; las primeras pueden detener el crecimiento en longitud del
                  hueso fracturado. (6,7). Es importante recordar que el periostio es grueso y fuerte, y
                  rápidamente produce un callo extenso, la consolidación es rápida, la remodelación es
                  mejor que la del adulto y es poco frecuente la falta de consolidación (9).

                  El tratamiento  no quirúrgico de las fracturas de la diáfisis de los huesos largos se basa
                  en los conceptos  propuestos por Bloundt (1) quién subrayaba que debido al crecimiento
                  las fracturas en esta edad tiene un gran potencial de remodelación, entendiendo como
                  tal,  la cantidad de angulación y torsión admisible. Estas fracturas consolidan  por
                  superposición de capas de hueso nuevo, formado por el periostio;  y,  por reducción
                  osteoclástica de la cortical, con el crecimiento óseo, se produce una verdadera reducción
                  de la angulación original, y a medida que el hueso aumenta de longitud y  diámetro,
                  cualquier irregularidad disminuye aún más; por otra parte, por acción de la hiperemia
                  asociada a la consolidación se estimula el crecimiento, por este motivo una fractura
                  diafisiaria reducida del fémur puede dar como resultado un alargamiento de 1 a 2 cm;
                  por este motivo, algunos cirujanos provocan un acortamiento deliberado por
                  superposición de los fragmentos durante la reducción de estas fracturas (7); en los niños
                  de entre 6 meses y 6 años la reducción cerrada seguida de la colocación inmediata de un
                  aparato de yeso en espiga constituye el tratamiento de elección, aceptándose menos de
                  20º de angulación  en el plano coronal ( anteroroposterior), 30º en el plano sagital
                  (lateral) y 20º de rotación (8).
                  Considerando la edad,   Rockwood  (6) recomienda las siguientes opciones terapéutica,
                  para las fracturas del fémur, que se detallan en el siguiente cuadro:

                  Edad                Tratamiento
                  Nacimiento hasta  Arnes de Pavik (recién nacido- 6 meses)
                  24 meses            Yeso pelvipédico inmediato
                                      Tracción-yeso pelvipedico

                  24 meses hasta      Yeso pelvipédico inmediato
                  5 años              Tracción –yeso pelvipedico
                                      Fijación externa (rara)
                                      Tallos intramedulares flexibles (raro)

                  6-11 años           Tracción- yeso pelvipédico
                                      Tallos intramedulares flexibles
                                      Placa de compresión
                                      Fijación externa
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