Page 3 - FRACTURAS EN EL NIO
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12 años hasta Tallos intramedulares flexibles
la madurez Placa de compresión
Clavo intramedular bloqueado
Fijación externa
Para llevar a cabo el tratamiento de las fracturas del cartílago de crecimiento, requieren
realizar una clasificación para planificar su tratamiento y pronóstico; diversos autores
han propuesto clasificaciones considerando la gravedad de la lesión, así tenemos:
La clasificación de Poland (2), quién documentó cuatro lesiones de manera esquemática
(figura 5.1). La clasificación de Bergenfeldt en 1933 , utilizó como instrumento de
verificación las radiografías, definiendo 6 tipos (figura 5.2), estos 6 tipos incluían los
tres primeros definidos por Poland y añadía la fractura a través de la epifisis, metáfisis
y fisis. La clasificación de Aitken (4), describió tres tipos de fractura del cartílago de
crecimiento de la tibia distal (figura 5.3). Sin embargo la clasificación más conocida y
aplicada es la clasificación propuesta por Salter y Harris (5,6) en la que se describió
cinco tipos de lesiones (figura 5.4): Tipo I: la fractura separa completamente la epifisis
de la metáfisis, el periostio está intacto y no existe desplazamiento. La reducción es
incruenta y fácil y la estabilización por tres semanas con una aparato de yeso moldeado.
Tipo II: es una fractura parecida al de tipo I; se agrega desplazamiento del periostio en
uno de los lados y fractura de un fragmento metafisiario triangular en el lado opuesto,
su reducción es fácil y su estabilización con aparato de yeso por cuatro semanas. Tipo
III: esta fractura atraviesa tanto el cartílago de crecimiento como el cartílago articular en
ángulo recto , requieren reducción anatómica abierta y estabilización con un clavo liso y
siendo su pronóstico más reservado Tipo IV, esta fractura es similar a la de tipo III, ya
que atraviesa el cartílago de crecimiento y la superficie articular, pero debido a que la
línea de fractura generalmente comienza en la superficie articular, se dirige
verticalmente hacia la metáfisis , atravesándolo en parte, requiere tratamiento operatorio
rápido con reducción anatómica y estabilización con alambre de Kisnner liso. Tipo V:
es una fractura producida por aplastamiento que en la radiografía aparecen distorsión
del cartílago de crecimiento y una posible angulación, su pronóstico es reservado.
Mercer Rang (5) colaborador de Salter, añadió en 1969 una lesión que ha venido a
conocerse como lesión de Salter y Harris, de tipo VI, descrita como lesión rara,
consecuencia de un impacto directo sobre el periostio o el anillo pericondral (figura
5.5), solamente se describió un caso que se produjo por una cortadora de césped.