Page 36 - El Camino de la Felicidad
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El Camino de la Felicidad
Jesús abre sus brazos y nos dice: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y
yo os haré descansar" (Mateo 11:28). "Al que a mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37).
Jesús nos recibe a todos, y espera que nosotros hagamos lo mismo con los demás. El
apóstol Pablo dice: "Recibías los unos a los otros, como también Cristo nos recibió"
(Romanos 15:7). El amor de Cristo nos mueve a aceptar al "otro" con sus diferencias.
Aceptar a los demás significa ser tolerantes ante las diferencias de carácter o personalidad.
No hay dos personas iguales. Vivimos en un mundo marcado por las diferencias, y hemos
de hacer un esfuerzo de comprensión y aceptación mutua. La Biblia nos exhorta a
"soportamos con paciencia los unos a los otros en amor" (Efesios 4:2).
El amor se expresa sirviendo a los demás. Jesús dijo de sí mismo que "no vino para ser
servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (Marcos 10:45). Jesús
anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo. Su vida fue una
continua expresión de servicio.
Jesús subrayó la importancia del servicio con un ejemplo personal. Mientras cenaba con sus
discípulos, "se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos
con la toalla con que estaba ceñido". Y cuando terminó, les dijo: "Vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he
hecho, vosotros también hagáis". La lectura completa de este episodio la tienes en Juan
13:1-15.
Jesús nos enseña a servir por amor, sin esperar nada a cambio. El que sirve por precio o
recompensa es simplemente un asalariado. La Biblia dice: "Y todo lo que hagáis, hacedlo de
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