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Camino a la Victoria

Hasta que la última casa de la tierra -esté en las Islas Malvinas, al sur del globo, o en el Nilo

de Egipto, o en los desiertos árabes, o en los condominios de Paris, sea alcanzada con las
Buenas Nuevas, el Cuerpo de Cristo estará incompleto.

La pregunta no es si puede hacerse, sino quien lo hará. Y Dios depende de su iglesia e
iglesias para llevar a cabo esta tarea de completar el cuerpo de Cristo. Es decir, TÚ querido
cristiano, lo debes hacer. La terminación del Cuerpo de Cristo, que es la iglesia que viene,

es tu responsabilidad.

Y, mientras estudias este capítulo, sea en México o en Bangladesh, en Madagascar o

Albania, en China o Inglaterra; millones y millones de personas nunca han tenido la
oportunidad de oír acerca de Jesús, no porque no quieran, sino porque no les ha llegado la
oportunidad. La responsabilidad descansa en los hombros de la iglesia que está en ti y en
la iglesia que está en el mundo. Romanos 10:13-17

Y esta tarea de completar el Cuerpo de Cristo comienza, no solamente contigo, sino
también en el lugar donde tú estás: con tú familia, tus compañeros de clase, tus amigos, tus

socios, tus vecinos tus parientes.

Tal vez, el Espíritu Santo te guie a salir de donde estás y te lleve a otra ciudad o país, para

cumplir con tu responsabilidad. Quizá te haga sentir la necesidad de renunciar a tu
presente empleo para ir a cumplir como evangelista o misionero.

Cualquiera que sea la obra que Él desee darte, lo importante es tu claro y total
entendimiento de que Dios depende de ti, para evangelizar a este mundo. Pero el
conocimiento de esto en sí, no vale mucho. Tú debes tomar la determinación de
involucrarte en el evangelismo. ¿Podrá hacerse?

¡Claro que puede hacerse!

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