Page 7 - Camino a la victoria
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Camino a la Victoria
El juez me escucha cuidadosamente, mira directamente a mis ojos y los ve que están llenos
de lágrimas. Me pregunta si ese fue mi primer robo. «Si, señoría,» le contestó.
Mirando algunos papeles que están sobre su escritorio, pronuncia que estoy absuelto de
ese cargo; quedo en libertad, salgo de la cárcel y regreso a casa. Pero, ¿soy inocente de
haber robado una bolsa de arroz? No. El juez piadosamente me absolvió, pero yo no soy
inocente del acto de robo.
Cuando leímos «CAMINO A LA FELICIDAD» tú y yo aprendimos como aceptar a Jesucristo
como nuestro Salvador personal. Recordemos qué, no es lo que nosotros hacemos, lo que
da lugar a lo que llamamos la «conversión» o ser «salvos». Nuestra aceptación de lo que
Dios realmente ha hecho, es lo que produce ese cambio increíble. En el momento que
confesamos nuestro pecado y aceptamos el perdón de Dios, a través de aceptar a su hijo
Jesucristo, Dios nos absuelve de todas nuestras faltas y hay un cambio dramático en
nuestra vida. A esto es lo que llamamos justificación.
¿Cuál es este cambio?
El cambio lo realiza Dios. Hasta el momento en que se realiza el cambio, Dios te ve tal
como eres: pecador destinado a morir en el infierno. Pero, en el momento en que tú eres
justificado y absuelto de todas tus culpas, por su inmenso amor, Él te llama su hijo. Antes
ibas a la perdición eterna, ahora comienzas tu viaje hacia la gloria eterna. Escuchemos lo
que Dios dice sobre este asunto en Su Palabra. Abre tu Biblia y busca esta cita:
www.cruzadamexicana.org Página 7